Jazz en Toledo: Más variedad y calidad
Se cierra una nueva edición de este festival que inunda los septiembres toledanos de música, ritmo y magia
Sin etiquetas, sin prejuicios, pero cargado de magia. Así empezó el primer concierto de la XVIII edición del Festival de Jazz de Toledo . Andreas Prittwit abrió el primer concierto de la semana del jazz, aunque, unos días antes, el swing llegó a la plaza del Ayuntamiento para abrir boca.
La música del trío de Andreas Prittwit llenó de magia el Teatro de Rojas. La lluvia fue la culpable de este traslado, pero tenemos que agradecer que llenase el teatro de una atmosfera delicada, suave y fuerte a la vez, íntima y con un lirismo cargado de emoción. Renacimiento y barroco aderezado con una buena dosis de jazz. Calidad musical que salía en cada nota y en cada melodía, buen gusto y deleite para los sentidos. Así de fácil y sin poner etiquetas.
El jueves le tocó el turno a Mastretta. E sta vez ya sí en la plaza del Ayuntamiento. El público entregado disfrutó de un concierto de este grupo veterano con buena música, conexión, espectáculo, personalidad, entrega y mucha diversión. La nueva generación del Jazz Marco Mezquida y la cantante Celeste Alía, acompañadas de contrabajo y batería, llenaron el escenario de contemporaneidad y minimalismo con unos temas consumados por una remarcable técnica y un dialogo continuo. Musicalidad, frescura y sutiliza. El buen gusto hecho de calidad.
El sábado el quinteto del norteamericano Ronald Baker se metió al publico en el bolsillo desde la primera nota. El timbre de su trompeta, una voz negra y una simpatía arrolladora cautivaron a una plaza llena a rebosar. La calidad musical fue otra noche más la marca del festival.
Y el broche de oro lo puso este domingo la violinista coreana Maureen Choi , que une tradición folclórica, entre España, Cuba y America del sur, improvisación y jazz
