Lugar para el reencuentro (33): De Nueva York a la Rabatch

La Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha concedido a Hilario Barrero el Premio de Literatura . Al merecido premio se une el viaje de Hilario Barrero de Nueva York a Toledo , un viaje que el poeta y profesor universitario viene realizando regularmente, a veces subiéndose a un avión y cruzando el Atlántico, y muchas otras veces escribiendo lo que él llama sus «recuadritos» para este periódico.

Celebrando la concesión del mencionado Premio de Literatura, se ha realizado una edición de los cincuenta (sí, cincuenta, grande y rotundo número). Se trata de una edición de setenta y siete ejemplares numerados y firmados que lleva el título De Prospect Park a Zocodover . Título a la vez sugerente y tan indicativo del viaje, tanto físico como espiritual que Hilario Barrero realiza desde Nueva York a su ciudad natal, donde además de poeta (y poeta lo es en todas partes) es también profeta.

Bienvenida sea esta recopilación de los artículos del poeta «bolo y neoyorkino» (Santiago Sastre dixit) , dentro de la colección Cuadernos de humo , c on diseño y compaginación de Jesús Nariño y dibujo de portada de Vicente Jiménez . Como Hilario Barrero, bien es sabido, además de poeta, diarista y fotógrafo, es pintor, De Prospect Park a Zocodover viene ilustrado con sus propios dibujos , de los que siempre he dicho que tienen la fuerza de la unión de la carnalidad y un personal misticismo.

La prosa de los «recuadritos» de Hilario Barrero es a la vez poesía, vivencia, reflexión, amor y dolor rimando y conviviendo, y la dureza necesaria para decir ciertas verdades. Observación lúcida y presencia rotunda de Nueva York y Toledo unidas ambas por quien las conoce y las vive , la una en el presente y la otra metida en las entrañas mismas del recuerdo, hecha presente también a su manera.

En sus «recuadritos» Hilario Barrero se reencuentra con Toledo, la ciudad que le reconoce y le premia: Uno cierra los ojos y el Empire State es la torre de la Primada y la Imperial Ciudad se me aparece, desde el Valle, com una Nueva York renacentista y eterna .