en villaluenga
Buscan a un joven de 23 años que se marchó de su casa el 3 de julio
La última persona que vio al joven fue su padre. Desde hace más de una semana su familia no tiene noticias de él
Michal tiene el móvil apagado desde el pasado viernes 3 de julio y su última conexión al WhatsApp fue ese mismo día a las 6.45 de la madrugada . En las redes sociales tampoco actualiza su muro de Facebook desde hace días. Su última publicación fue «No one heals himself by wounding another», que quiere decir algo así como «Nadie se cura a sí mismo por herir a otro». Desde entonces, su familia no tiene noticias de él y está viviendo unos días de auténtica angustia.
Michal Wojtowicz Sikora , de 23 años y de padres polacos, se fue de su casa de Villaluenga «sin ningún motivo» el pasado viernes, según cuenta Marta, su madre. «La noche antes había estado cenando fuera con unas amigas. Cuando mi marido se levantó a las 6 para ir a trabajar, él estaba en su habitación pero cuando yo me desperté, a las nueve de la mañana, Michal ya se había marchado». Unos pantalones y una camiseta tirados en la cama eran la única señal de que este joven se había dado una ducha y se había marchado de casa. «En ese momento, yo no me alarmé porque pensé que habría salido con sus amigos», añade Marta.
El joven estudia Gestión y Administración Pública en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Toledo, y los fines de semana trabaja en una empresa de catering. El sábado, al no presentarse en su puesto de trabajo, su jefa intentó localizarle pero no tuvo éxito. Fue entonces cuando su madre interpuso una denuncia en la comisaria de la Guardia Civil de Villaluenga , desde donde «fue derivada» a una unidad especializada en Illescas, según explica Marta.
Michal mide 1,91 metros y pesa 87 kilos. Tiene el pelo moreno, los ojos color miel y lleva barba «de unos días» . Extrañados por su comportamiento, su madre asegura que no es un chico conflictivo y que nunca había actuado de esta manera.