crimen del taburete

«¡Ya le puedo decir asesino, asesino!»

Un jurado popular declara que Jorge Novillo asesinó con alevosía a Juan Carlos Leo

«¡Ya le puedo decir asesino, asesino!» ana pérez herrera

M. Moreno, J. A. pérez

«¡Ya le puedo decir: asesino, asesino!» . La madre de Juan Carlos Leo Arellano explotaba con esta frase, y entre lágrimas, al salir de la Audiencia Provincial de Toledo, donde minutos antes había escuchado el veredicto del jurado popular por la muerte de su hijo: Jorge Novillo Díaz-Maroto , culpable del asesinato con alevosía del ingeniero de telecomunicaciones de 34 años en La Puebla de Almoradiel el 27 de octubre de 2013.

A las 17.30 horas, la intervención de la portavoz del jurado popular provocó este miércoles que algunos familiares de Juan Carlos Leo Arellano que se encontraban en la sala se emocionasen al oír el veredicto. Por ocho votos a uno, el tribunal consideró culpable de asesinato con alevosía a Jorge Novillo , de 27 años, y reprochó al agresor haber causado una muerte «de forma intencionada y de improviso, sorpresivamente y sin permitir (a la víctima) poder defenderse».

Sin embargo, el jurado falló por unanimidad que el acusado no era culpable del delito de lesiones por la brecha de tres centímetros de longitud que causó a otro hombre cuando levantó con ambas manos el taburete con el que reventó la cabeza del ingeniero.

De 15 a 20 años de cárcel

Conocido el veredicto, el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Gutiérrez , deberá fijar la condena en los próximos días. A Jorge Novillo le caerán entre 15 y 20 años de cárcel. El representante de la Fiscalía, Juan Luis Ortega , pidió la máxima pena (20 años) para Jorge Novillo , a quien describió como un hombre con un «carácter violento y agresivo» .

Ortega rememoró que el procesado no aprovechó la segunda oportunidad que le dio el sistema al suspenderle, un mes y medio antes de la agresión a Juan Carlos Leo, una condena de prisión en 2013 por golpear brutalmente a un hombre de edad avanzada con una cadena pitón. «Por eso la pena debe ir hacia los 20 años», afirmó el fiscal, quien tuvo palabras amables hacia los familiares de Juan Carlos Arellano, lo que originó que su madre, Gloria, rompiese a llorar .

El representante del Ministerio Público volvió a reprochar al procesado, como lo había hecho durante el juicio, que atacase a Juan Carlos por la espalda, sin posibilidad de que este pudiera reaccionar. « ¿Por qué? ¿Para qué le sirvió acabar con él? ¡No hay nada que lo justifique! », espetó a Jorge Novillo mirándole a los ojos, mientras este se encogía de hombros.

El fiscal pidió también al presidente del tribunal que el condenado estuviese a una determinada distancia de los padres y de la mujer de Juan Carlos cuando salga de prisión, «no porque vaya a agredirles, sino para que no se lo puedan encontrar por la calle». Además, solicitó al magistrado que Jorge Novillo cumpla al menos la mitad de la condena impuesta antes de conseguir el tercer grado y salir de la cárcel.

La acusación particular, representada por Gema Villanueva , pidió igualmente 20 años de prisión para el encartado, que se ha declarado insolvente. En cuanto al abogado de la defensa, Álvaro Sánchez de la Morena , elevó su petición a 15 años de cárcel (el mínimo establecido por la ley para el delito de asesinato) tras conocer el veredicto del jurado popular. El letrado de Jorge Novillo le exhortó a aprovechar la posibilidad de estar «realmente arrepentido» e integrarse en la sociedad.

En el momento de hablar de las indemnizaciones, el fiscal se preguntó: «¿Cuantificar la responsabilidad civil? ¡Yo qué sé! ¿Puede alguien cuantificar una muerte así? Me veo absolutamente incapaz de cuantificar la vida de Juan Carlos Leo Arellano». No obstante, en su informe final el representante del Ministerio Público pidió 114.000 euros para la viuda y casi 10.000 euros para cada progenitor.

Por su parte, la acusación particular ha solicitado 100.000 euros para cada uno de ellos, mientras que la defensa de Jorge Novillo se adhirió a la petición del fiscal.

Escuchado el veredicto, el magistrado dio la última palabra al procesado. Puesto en pie, Novillo afirmó: «Es una desgracia lo que ha pasado y siento arrepentimiento» . Media hora más tarde, abandonó esposado la Audiencia de Toledo camino de la prisión a la espera de la condena.

«¡Ya le puedo decir asesino, asesino!»

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