«El convenio médico con Madrid repercutirá negativamente a los que nos quedamos aquí»
Luis Rodríguez Padial - Presidente del Colegio de Médicos
Han sido unos días de mucho ajetreo para el doctor Luis Rodríguez Padial (58 años), jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Toledo . A su trabajo diario ha tenido que añadir el acto de bienvenida a los médicos residentes (MIR) y la celebración de la tradicional cena en honor de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona del Colegio de Médicos, del cual es presidente desde hace seis años. En un descanso, ABC ha aprovechado para hablar con el doctor de algunos de los asuntos más actuales del panorama sanitario.
-¿Cómo está la sanidad en Toledo?
-Debe mejorarse en algunos aspectos.
-¿A qué aspectos se refiere?
-El hospital Virgen de la Salud es un edificio viejo -este año ha cumplido 50 años- y en algunas habitaciones no funciona el aire acondicionado y en otras hay hasta tres camas por habitación. Pero eso no quiere decir que todo esté igual. Evidentemente, existen unos problemas que esperamos que se subsanen lo antes posible con la puesta en marcha del nuevo hospital de Toledo y con el correspondiente aumento de las inversiones.
-Un nuevo hospital que parece que no llega. ¿Ha tenido posibilidad de ver el último proyecto presentado?, ¿han hecho alguna sugerencia?
-El último proyecto, no. A nosotros nos presentaron un proyecto inicial, al que le hicimos bastantes modificaciones, ya que tenía pocas aulas, un salón de actos muy pequeño y, por supuesto, no era universitario. Es fundamental que el nuevo hospital de Toledo sea universitario para que los médicos estén constantemente en aprendizaje y se vayan reciclando. A ver si los politicos se ponen las pilas y resuelven todos los problemas lo antes posible.
-¿Y cuáles serán las ventajas de tener un hospital universitario?
-El hecho de que un hospital sea univeresitario estimula en los médicos la necesidad de investigar. Investigar no es solo ver las células que pasan, sino ver cómo trato a mi paciente y qué resultados obtengo. Además, se incentiva al profesional que investiga y publica, por lo que se tiene más en cuenta a la hora de promocionar. Por otro lado, enseñando se aprende mucho, porque te obliga a explicar las cosas con claridad, y eso hace que mantengas un estímulo. Todas estas cosas a lo mejor no se notan de entrada, pero día a día van produciendo una labor que hace que vaya mejorando la calidad en la sanidad.
-Otra de las cuestiones que se han planteado desde el principio es la necesidad de la externalización de servicios no clínicos del hospital, ¿está usted a favor de esta petición?
-Si una cosa funciona bien, no hay por qué externalizar nada. Hay una experiencia de externalizar casos de lavandería, cocina, pero la externalización de esos servicios no es tan grave como si se externalizará la asistencia sanitaria, pero tampoco me parece bien que eso deba ser un objetivo. Simplemente, tenemos que pensar que el paciente que venga al hospital querrá las cosas bien hechas y de forma adecuada, y si la gente que trabajamos aquí somos capaces de hacerlo, pues estupendo. En definitiva, no me parece que sea necesario externalizar.
-¿Qué espera del nuevo hospital?
-Una asistencia de mayor calidad con posibilidades de competir en igualdad de condiciones con los mejores hospitales. En Castilla-La Mancha, hay muy buenos profesionales para ofrecer una calidad máxima y, por supuesto, que se ponga en marcha lo antes posible.
-Hace unos meses, se firmó el acuerdo sanitario con la Comunidad de Madrid del que usted parece que no es muy partidario...
-Hay especialidades médicas que requieren un volumen determinado de pacientes y, si un médico no ve a un paciente en una determinada patología durante un tiempo, ese profesional no estará «entrenado» para tratar a otro que tenga la misma patología, lo cual repercutirá negativamente en la calidad de la asistencia que se preste a los pacientes: por ejemplo, un cirujano cardiaco que repara una válvula o uno que haga una angioplastia en un infarto.
En el Virgen de la Salud hay habitaciones con tres camas. Es urgente el nuevo hospital
Toledo tiene un área de población de 430.000 habitantes y, si le quitamos 120.000, le estamos restando un tercio; esto quiere decir que esos médicos están entrenados con un volumen de pacientes y, sin ese número, el entrenamiento será bastante menor, lo cual para los profesionales que nos quedemos eso repercutirá en la calidad de la sanidad.
Esto también conllevará que la tecnología no se actualice igual, porque hay técnicas que se ponen en función del número de pacientes. Hay aparatos que se compran si hay un volumen de pacientes para que resulten rentables. Si hay un aparato que se compra por cada 400.000 habitantes y en Toledo ya no existe ese número, pues evidentemente no lo comprarán. Otro ejemplo es que, si se queda una planta libre del hospital y queremos que venga un nuevo médico, siempre nos preocupa el número de pacientes. Pero si no hay suficientes pacientes, no tenemos las técnicas necesarias, ese médico no vendrá a operar a Toledo.
-Entonces, ¿los políticos nos están vendiendo humo cuando dicen que la sanidad estará mejor gracias al convenio con Madrid?
-Hasta cierto punto para los ciudadanos que vivan cerca de un hospital es entendible pero, por ejemplo, hay casos como el de Yuncos -donde también tienen la posibilidad de ser atendidos en un hospital de Madrid- que tardan menos en venir a Toledo que en ir a Madrid. Por tanto, al final para los profesionales que nos quedamos en Toledo la inversión en sanidad será menor, no se mejorará y no se podrán reducir las listas de espera. Lo cual no quiere decir que nosotros seamos partidarios de que los pacientes se queden aquí encerrados, nosotros queremos que los pacientes tengan libertad y que no se les adscriba a otro sistema sanitario. Tampoco compartimos la situación actual de que si vas a Madrid y eres de Castilla-La Mancha, no te atiendan salvo que sea una urgencia, ¡eso es inadmisible!, pero también lo es de manera viceversa. En esos términos, nosotros queremos competir y no tener «pacientes esclavos» que no se puedan ir si yo soy malo. Queremos que no haya fronteras para eso existe la tarjeta sanitaria electrónica y que no nos encierren aquí y no podamos movernos. Ahora un trozo de nosotros se les entrega a otra comunidad y eso repercutirá negativamente a los que nos quedamos aquí.