castilla-la mancha
Alerta máxima ante el riesgo de incendios
Se prevén meses de mucho calor y pocas lluvias, y el Plan Infocam contará con 244 medios, 2.600 efectivos y 49 retenes
El periodo estival se aproxima y un año más, por estas fechas, comienza la época de alto riesgo de incendios en toda Castilla-La Mancha. Además, en 2015 se están dando todos los condicionantes para que la alerta sea aún mayor, ya que, a la previsión de que este verano sea uno de los más calurosos y secos de los últimos tiempos, se suma la escasez de precipitaciones de la primavera pasada.
Cualquier persona que recorra la región puede ver las diferentes tonalidades de amarillo que presentan los campos y montes castellano-manchegos, muestra de la ausencia de lluvia en los últimos meses. Y váyanse preparando porque, según explica a ABC el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Ricardo Torrijo , «en junio, julio y agosto hay una ligera probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a los normales y las precipitaciones sean escasas», como no puede ser de otro modo en este periodo estival.
Por eso, ya se ha activado el dispositivo de lucha contra incendios, que comenzó el 1 de junio y que se extenderá hasta, al menos, el 30 de septiembre. El Plan Infocam , coordinado por la Consejería de Agricultura y por la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (Geacam), contará este verano con 244 medios, 2.600 personas y 49 retenes durante esta época de alto riesgo, que conforman el mismo número de trabajadores y efectivos del año pasado.
Tal y como informan desde Geacam , las 2.600 personas que participan en el dispositivo son agentes medioambientales, personal de esta empresa pública, técnicos del Centro de Operaciones Regional y de los centros provinciales, trabajadores de la Junta y de empresas colaboradoras. A este batallón que hará frente a las llamas se suma el personal que aportarán el Gobierno de España, Protección Civil, el servicio de emergencias 112, Cruz Roja y las diputaciones provinciales.
En cuanto a los 244 medios aéreos y terrestres, la mayor parte están controlados por el propio Infocam, aunque también hay algunos que dependen del Ministerio de Agricultura. Respecto a los 49 retenes, se mantienen en las mismas localidades que el año pasado. En esta campaña se cuenta, además, con un sistema de información gráfica básica del territorio que realiza un seguimiento de las máquinas y equipos a través de localizadores GPS, permitiendo situarlos y ver su evolución en el terreno, así como una mejor comunicación de datos entre los distintos operativos.
Críticas de los sindicatos
Sin embargo, los sindicatos no son tan optimistas con la dotación que se destina a la prevención y lucha contra los incendios en Castilla-La Mancha. De hecho, desde UGT creen que los medios humanos y materiales con los que se cuenta este año son «insuficientes» y consideran «imprescindible» un «cambio radical» en los presupuestos destinados a esta materia.
Por su parte, el sindicato CCOO critica que el dispositivo cuente con el mismo número de trabajadores y medios que el del año pasado. Esta decisión, a juicio del responsable de la sección sindical de Geacam, Manuel Amores, «supone rectificar y anular todo lo realizado durante el último mes por Geacam, pues se ha adoptado después de que el Gobierno de Cospedal constatara que los resultados electorales del pasado 24 de mayo les impedirán llevar a cabo en la próxima legislatura sus planes para seguir profundizando y extendiendo la privatización de los servicios».
Según cifras de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, en 2014 fueron 193 los incendios forestales que se produjeron en la región, los cuales afectaron a un total de 5.254 hectáreas, un 11,5% más que en el año anterior, aunque el dato fue un 16% menor a la media de superficie quemada en los últimos diez años. Durante el verano pasado, solo se registraron en Castilla-La Mancha dos grandes incendios forestales, es decir, que superaran las 500 hectáreas.
Uno de ellos se produjo en Aleas —que afectó a 1.735 hectáreas— y Bustares —que quemó 1.250 hectáreas—, ambos en la provincia de Guadalajara a mediados de julio. Y, por otro lado, el fuego de Almansa, declarado el 13 de septiembre y en el que falleció el piloto de un helicóptero que participaba en las labores de extinción.
La mayoría de los incendios del 2014, según señalan desde la consejería, tuvieron su origen en negligencias y causas accidentales, lo que supone el 45% del total, mientras que el 21% fueron intencionados. Otros fuegos, sin embargo, fueron provocados por rayos (10%) y el 22% restante se produjeron por causas desconocidas, aunque hay un porcentaje menor que se corresponde con los fuegos que se vuelven a reavivar.
Todas estas cifras tienen un rostro, que es el de los agentes medioambientales y personas que trabajan en la extinción de incendios. Por eso, esperemos que nunca se repitan escenas tan trágicas como las que sucedieron en 2005 en Guadalajara, con un incendio que quemó casi 13.000 hectáreas de la comarca del Alto Tajo , afectando a varias poblaciones y llevándose por delante la vida de 11 miembros de los equipos de extinción.