Rescate ciudadano, transparencia y Estatuto de Autonomía, ejes del acuerdo
PSOE y Podemos valoran de forma positiva su primera reunión oficial y el avance de las negociaciones
Los equipos regionales del PSOE y Podemos han mostrado su satisfacción por el avance en las negociaciones para cambiar el Gobierno de Castilla-La Mancha , despues de una reunión de 90 minutos celebrada este lunes en el centro social del barrio del Polígono, en Toledo .
Los secretarios generales de ambos partidos, Emiliano García-Page y José García Molina han acercado posiciones y han definidos los tres ejes fundamentales del acuerdo: rescate ciudadano para recuperar los servicios públicos esenciales, pobreza enérgetica, infantil y económica y de equidad en los servicios públicos o dependencia; transparencia y participación ciudadana o la reforma del Estatuto de Autonomía. Los tres bloques estarán compuestos por 12 medidas.
Ambas formaciones asumieron que las medidas deben ser transparentes y deben concretarse por escrito y establecer cual será el procedimiento jurídico para su aplicación, además de los plazos concretos para cada una de ellas, a excepción del procedimiento de emergencia ciudadana, el plan de rescate habitacional y la contratación pública, áreas para las que PSOE y Podemos se han emplazado al siguiente encuentro.
Buena relación
El entendimiento entre las dos fuerzas políticas y su disposición a llegar a acuerdos era evidente desde que comenzaron los contactos teléfonicos al día siguiente de celebrarse las elecciones autonómicas en las que consiguieron 15 (PSOE) y 2 (Podemos) diputados. El pacto, en ningún caso será de gobierno, sólo el que ayude a la investidura del líder socialista como presidente de Castilla-La Mancha, el próximo mes de julio.
La buena relación entre los líderes regionales del PSOE y Podemos quedó patente también antes de comenzar la reunión de ayer cuando García-Page y García Molina hablaron de sus planes de futuro. «Confío en un acuerdo sostenible, entendible y muy transparente», dijo el líder socialista, mientras que el diputado electo de Podemos esperaba que pudiera «haber puntos de acuerdo esenciales».
Para García-Page su proyecto es «el único con visos de estabilidad y de cambio ya que el Partido Popular se autoexcluyó de cualquier negociación, especialmente con Podemos» y aseguró que el camino «no va a ser fácil, pero esta etapa está enmarcada en prioridades sociales donde tienen que ganar quienes más lo necesitan», añadió.
Según el líder de los socialistas castellano-manchegos, «los ciudadanos han hablado claro en las urnas, aunque va a ser difícil voy a pedir el esfuerzo de todos para poner los cimientos de la recuperación y recuperar la cultura del pacto». También insistió en que el objetivo es «recomponer todo lo que ha destrozado el Gobierno de Cospedal en los últimos cuatro años» y en especial «la sanidad, la educación y los servicios sociales», medidas, apuntó, en las que puede aliarse con Podemos.
Sin radicalismos
Por otro lado, García-Page salió al paso de las acusaciones del Gobierno del Partido Popular que le acusa de «radicalizarse» en la búsqueda de pactos con Podemos. «Ese es el cuento del miedo que le interesa al PP, que se asusta con los resultados electorales y quiere volver a sacar espantajos que no convienen al país».
Y añadió que el PSOE «ocupa un espacio clarísimo, y es el de la socialdemocracia, moderado en las formas y radical en sus valores y principios. No nos vamos a mover del centro-izquierda, que es donde está el grueso de la sociedad española» y matizó que su partido «podrá pactar con unos o con otros, pero siempre desde una posición moderada».
García Molina explicó antes de la reunión que el acuerdo tendría que pasar por unas líneas básicas «que tienen que ver con la transparencia, con medidas anticorrupción, con medidas de regeneración política y con un rescate ciudadano decidido».
Y señaló que es «una prioridad absoluta» la reforma del Estatuto de Autonomía, pero «no de manera partidaria ni partidista sino abriendo el debate y la conversación a la sociedad civil». De esta manera, la norma regional de mayor rango pasaría por su sexta modificación. Aprobado en 1982, ya se cambió en 1991, 1994 y 1997 para aumentar las competencias autonómicas y las atribuciones del presidente de la Junta de Comunidades; la de 2007 puso fecha al trasvase Tajo-Segura y la del año pasado (única aprobada sin unanimidad) en la que el PP redujo el número de diputados y suprimió el sueldo de los parlamentarios.
Los dos diputados de Podemos podrán formar un grupo parlamentario al haber conseguido al menos el cinco por ciento de los votos válidos en Castilla-La Mancha, tal y como establece el Reglamento de las Cortes.
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