El Corpus secreto de Eduardo Sánchez Butragueño

Con Bach y sus «Variaciones Goldberg» interpretadas al piano de forma magistral por Carmen López y apoyado en el fondo del escenario con más de sesenta fotografías antiguas del Corpus, Eduardo Sánchez Butragueño trasladó en el pregón el espíritu de su blog «Toledo Olvidado» al Teatro de Rojas. Un blog que transpira su pasión, casi enfermiza, por la ciudad de Toledo y que se transformó, en esta ocasión, en amor por el Corpus, una fiesta que vive, según dijo, como una experiencia «adictiva y mágica», gracias a un amor por esta ciudad que recibió de sus padres, a quienes, emocionado, agradeció este legado que espera transmitir, aunque solo sea la mitad, a sus hijos. [FOTOGALERÍA: El pregón, en imágenes]

Eduardo Sánchez Butragueño desveló su Corpus secreto con imágenes del pasado y personajes que siguen, gracias a la inmortalidad de la cámara, «mirando con ojos llenos de vida», disfrutando de esta «infinita carrera» y «eterno circuito con origen y final en el mismo punto», la catedral de Toledo. Y así conectó el pasado con el futuro, con la fuerza de una ciudad que tiene una fiesta que nos hace sentir a los de antes, los de muchos siglos atrás, con los de ahora y con los que vendrán.

Fue un pregón para todos, para los que asisten a la fiesta guiados por la fe y sienten el Cuerpo de Cristo por las calles de Toledo ; para los que ríen, cantan y beben por la noche; los que disfrutan de las calles engalanadas: para los que se levantan de madrugada para ver esparcir el tomillo y colocar los tapices; los que pasean sin prisa por las calles; para los que esperan para escuchar las salvas reales; los que exprimen cada instante con sus cámaras y también para los que están 24 horas sin dormir para no perderse nada, algo que el pregonero confesó que ha hecho en alguna ocasión.

Eduardo Sánchez Butragueño, que recibió en 2012 de manos del ahora rey Felipe VI un premio de la Real Fundación Toledo por su blog, que tiene el impresionante número de 15.000 imágenes históricas de la ciudad, dibujó este Corpus de «miles de realidades pasadas y futuras» para los que vivimos actualmente en la ciudad, pero también «de los que vivieron y los que vivirán».

Fue un pregón de sentimientos, de recuerdos, de sabores, amigos, olores y tradiciones. Esa es la magia y el secreto del Corpus. Es el Corpus que nos enseñó Sánchez Butragueño. Y ahora toca «disfrutar, hacer disfrutar y sentir».