artes&letras castilla-la mancha
Las bienaventuranzas del libro
«...porque en ellos vive el mejor reino de los cielos que los hombres hemos sido capaces de inventar»
1.- Bienaventurada la voz, que permitió que el hombre pudiera contar historias con su tono y su pasión, y también bienaventurada la escritura, que volcaría en papiros y en papel las herramientas necesarias para construir aviones, barcos, trenes, submarinos y bicicletas que recorrerían territorios que no vienen en los mapas.
2.- Bienaventurados los copistas, que en los monasterios medievales transcribían e ilustraban libros únicos para que se conservaran y se difundieran.
3.- Bienaventurado san Gutenberg, que inventó la imprenta y por fin bajó de las nubes una lluvia de libros capaz de empapar a tantísimas personas.
4.- Bienaventurados los lectores, que encuentran en los libros una manera de amueblar el corazón y de afilar los lápices del pensamiento.
5.- Bienaventuradas las librerías, que nos ofrecen los libros clásicos y las novedades más recientes, porque dan la posibilidad de que un libro se apellide «mío« o «tuyo».
6.- Bienaventuradas las estanterías, que saben que el leer ocupa lugar, que mantienen su estricta horizontalidad y hacen hueco a cualquier libro y muestran su peculiar nariz a través del lomo.
7.- Bienaventuradas las bibliotecas, que son hoteles en los que viven innumerables libros esperando la visita de los lectores, porque en ellas se resume el mundo y nos permiten hacernos una idea del número de camisa que usa el paraíso, como señalaba Borges.
8.- Bienaventurados los libros porque son muchas cosas: las alfombras voladoras del ladrón de Bagdad, la casa de piedra del cerdito, la lámpara de Aladino, la isla de Robinsón, la cabaña de Tarzán, las dependencias del Nautilus, la cueva de Ali Babá, la ínsula de Barataria, el reino de Atreyu, el bosque de Robin Hood, el vientre de la ballena en el que coincidió Pinocho con su padre y el romanticismo de King Kong.
9.- Bienaventurados los libros de segunda mano, porque asumen la erosión del manoseo y la posibilidad de que su encuadernación se desmorone, pero, igual que el general Custer, prefieren morir con las palabras puestas en el regazo del lector.
10.- Bienaventurados los libros ahora y por siempre, porque nos hacen más libres, mejoran nuestro lenguaje, despiertan emociones, alimentan sueños, nos acercan a la madriguera de la felicidad, nos enseñan a valorar la igualdad, echan especias al guiso del lo que somos y lo que queremos ser y también nos ayudan a humanizarnos más. Bienaventurados los libros porque en ellos vive el mejor reino de los cielos que los hombres hemos sido capaces de inventar.