artes&Letras
El mundo del lector apasionado que no jugó en el Real Madrid
Veinte aniversario de la editorial «Ledoria»
Cumplir veinte años en el mundo de la edición y presentar un catálogo próximo a los trescientos títulos son cifras importantes que merecen ser celebradas. Así lo hace Jesús Muñoz, quien en 2015 afronta el vigésimo aniversario de la editorial «Ledoria», una de las más activas en el panorama bibliográfico de Castilla-La Mancha. Su responsable, quien comenzó en este mundo con la pretensión de ver publicadas sus propias obras, confiesa que le hubiera gustado editar La República de Platón y trabajar con Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Lope de Vega y Cervantes, de quien habría querido publicar La Galatea.
Hace veinte años Jesús Muñoz Romero (Las Ventas con Peña Aguilera, 1967), licenciado en Filología Hispánica, preparaba su tesis sobre la literatura pastoril española. Había tenido una mala experiencia con una editorial a la que presentó un proyecto, por lo que decidió emprender por sí mismo la aventura de publicar sus propias obras. Así nació «Ledoria».
En el intento, que el editor no duda en calificar hoy como «inconsciente», gastó todo el dinero que tenía ahorrado, sacando a la venta sus cinco primeras obras y que fueron un rotundo fracaso. Estos inicios hubieran desanimado a cualquiera, pero él comprendió que «si era capaz de mantener el tinglado y prosperar podía hacer una labor extraordinaria y disfrutaría mucho con ella», pensando, además, que podría ser una salida profesional interesante. Junto a la supervivencia, los pilares sobre los que sustentó su proyecto fueron la palabra, el conocimiento y Toledo . «Pasé mi juventud –dice el editor- leyendo y leyendo y quería convertir esa actividad en mi profesión». A la hora de sintetizar este sentimiento Jesús Muñoz recurre a un endecasílabo: «desaforado amor por la palabra».
Y así, paso a paso, título a título, «Ledoria» fue rellenando casillas en su catálogo. Hoy suma trescientos volúmenes en las diferentes colecciones que mantiene. Una de las que más orgullo proporciona a su promotor es la Biblioteca de Autores Toledanos, en la que recupera textos y estudios sobre clásicos locales anteriores al siglo XX. En esta misma línea temática se enmarca « Toledo en tu mano», monografías breves sobre personajes y monumentos de la actual capital regional. A ello añade colecciones de poesía, autores noveles, novelas históricas, policiacas, psicoanálisis e incluso temas africanos. El abanico de autores que han publicado en su sello es también amplio y variado, desde noveles -«me agrada dar la primera oportunidad a valores que podrían, si no publican, malograrse», dice- a otros con obra muy contrastada como Monserrat Rico o Francisco Marcos.
Según datos del estudio Panorama de la Edición española de libros 2013, elaborado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el citado año se registraron 85.615 peticiones de ISBN en nuestro país. De esa cifra, 665, sólo un 0,77%, se correspondieron la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Ante esta realidad estadística, Muñoz hace un diagnóstico optimista. Cuando le pregunto cuál es su opinión sobre el momento de la edición en nuestro entorno geográfico, me responde: «Si comparamos el número de habitantes de Toledo con el de editoriales, el resultado es altísimo y sorprendente. Creo, además, que cada uno de nosotros ocupa un lugar distinto, sin pisarnos y nos llevamos bien. Algún día, en el futuro, cuando alguien estudie este fenómeno se dará cuenta de la gran labor que se hizo entre todos». «En otras provincias de Castilla-La Mancha –añade- la situación no es tan brillante, pero en Guadalajara está Aache y Antonio Herrero, quien creo que es un espejo, un referente, en el que todos debemos mirarnos. Declaro mi admiración por él».
La constatación de esa realidad que describe Jesús Muñoz se palpa diariamente en las agendas culturales de las diferentes ciudades de Castilla-La Mancha, en especial Toledo , donde rara es la semana en que nos somos convocados a varias presentaciones de libros. «Si se tienen ganas de trabajar e innovar –dice- no creo que los problemas sean insalvables. En el pasado reciente muchos depositaron todos los huevos en el cesto de la administración y eso no puede ser. Hay todo un mundo de oportunidades ahí fuera y pueden explotarse». El editor Muñoz dice esto último con conocimiento de causa y sin temor a ser considerado como políticamente incorrecto. «No creo en las ayudas públicas a la edición, han hecho mucho mal. Otra cuestión es que determinadas entidades compren ejemplares para dotar las bibliotecas de una forma adecuada. En un principio, a mí las ayudas privadas sí me sirvieron, pero lo mejor es valerte por ti mismo para ser independiente».
Día a día, mantener esa independencia se ha convertido en enseña para este singular editor, quien no tiene rubor en confesar públicamente que le hubiera gustado ser medio centro del Real Madrid o escritor, «pero me he quedado en regular jugador de bádminton y, a deshoras, empleo mi mano con la pluma con desigual acierto». Las circunstancias relatadas le llevaron a la edición y «ahora –concluye – soy el rey de mi pequeño mundo». Un dominio al que cada día llegan una media de tres propuestas para posibles libros, casi mil al año. De ellas, unas cincuenta alcanzaron, bajo su sello editorial, los escaparates de nuestras librerías durante el pasado año 2014, y en ésta ya van unas cuantas más.
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