Álvaro Lorenzo corta cuatro orejas el Domingo de Ramos
El novillero salió a hombros del coso de Mendigorría
Vuelve un tradicional festejo taurino a la plaza de Toledo en el Domingo de Ramos. El joven novillero toledano, Álvaro Lorenzo (gris plomo y oro), se encierra con seis astados en una novillada a beneficio del Hospital Universitario Infantil «Niño Jesús». La plaza registra tres cuaros de su aforo.
Se lidian reses de la ganadería de Garcigrande, Daniel Ruiz, dos de Alcurrucén, El Torreón y El Freixo. Ofrecieron excelente juego los corridos en primero y tercer lugar.
El novillero toledano Álvaro Lorenzo es un chaval que viene con la lección bien aprendida, lo que le garantiza un futuro prometedor si le respetan sus contrarios. En el primero, un bonito ejemplar de Garcigrande, llevó a cabo una labor de calidad con la muleta en ambas manos. Largos derechazos y dos tandas de naturales que fueron muy jaleadas por el público, a lo que continuaron desplantes cargados de torería ante los pitones. En la hora de la muerte obtiene un bajonazo muy feo al que se sigue una estocada entera. Es premiado con un apéndice.
Frente al de Daniel Ruiz volvió a reducir las hechuras de buen lidiador de joven espada. Obtuvo una faena de menos a más que hubiera tenido mayor enjundia si su oponente le hubiera ayudado, ya que el astado albaceteño tenía su guasa y no se entregaba con facilidad. Después de una dilatada labor con el acero, más de cinco pinchazos, sale a saludar.
Un bonito novillo colorao ojo de perdiz, de la divisa de Alcurrucén, ayudó mucho al quehacer de Álvaro Lorenzo para que obtuviera una faena donde predominaron largos naturales rematados con hondos pases de pecho. El de luces se complementó de inmediato con el novillo y nacieron derechazos y redondos de corte sobresaliente. Estocada caída y entera de la que rueda su enemigo de forma fulminante. La presidencia concede un trofeo.
Volvió a gustarse el chaval toledano ante la noble embestida del producto de El Torreón, y con el capote logró verónicas de sentimiento rematadas con medias de cartel de toros. Con la muleta hinca las rodillas en la arena y obtiene cuatro derechazos muy apretados pero que transmiten emoción al respetable. Continúa con la mano izquierda conquistando un quehacer de muy alta valoración artística. Termina con media estocada en lo alto a la que siguen cuatro golpes de verduguillo escuchando un aviso. Por su cuenta y riesgo salió a saludar entre los tímidos aplausos del respetable.
Otro colorao del hierro de Alcurrucén sale ahora por toriles, recibiéndole el novillero con capotazos a manos bajasque tuvieron garbo y belleza. El burel se va quedadndo corto en la embestida y a pesar de que el espada insiste, una y otra vez que enfría la faena y ante lo cual Álvaro Lorenzo solicita el estoque para finiquitar con el de los hermanos Lozano, con media estocada en todo lo alto. El público pide un apéndice que la presidencia concede después de pensárselo en demasía.
Y termina este festejo del Domingo de Ramos en Toledo con una faena cargada de sentimiento y calidad ante un novillo excelente de la ganadería de El Freixo, de la que es propietario Julián López «El Juli». Tras dos pinchazos y una estocada de efecto fulminante, recibe una oreja, saliendo con posterioridad a hombros del coso de Mendigorría.
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