Jonás, un yihadista converso de manual

Con 26 años de edad y de padres marroquíes, aunque nacido en España, el proceso de cambio de este joven del Fuente el Fresno no pasó desapercibido para sus vecinos

Jonás, un yihadista converso de manual M. CIEZA

leonor baraza

La localidad de Fuente el Fresno, Ciudad Real, con apenas 3.600 habitantes, se ha despertado conmocionada por la noticia. La Policía acababa de detener a Jonás Tourabi, un joven de 26 años de nacionalidad española, pero de origen marroquí, como presunto integrante de una célula yihadista en España.

La operación, que se desarrolló en varios puntos del país , y en la que se han practicado ocho detenciones, levantó de la cama sobre las cuatro de la madrugada a algunos de los vecinos de la calle La Sierra, donde el presunto terrorista vivía con sus padres y su hermana de 14 años.

Por la puerta de la vivienda, en la que los cristales rotos evidenciaban la magnitud de la intervención policial, pasaban ayer algunos vecinos ávidos por saber más sobre lo que había ocurrido esa noche. Algunos hasta hacían fotos con el móvil. Dentro, la familia del detenido, intentaba pasar desapercibida para la prensa.

En este pequeño pueblo de Ciudad Real, a las puertas de los Montes de Toledo, no se hablaba ayer de otra cosa, a pesar de que para la mayoría de los vecinos la detención era algo «que se veía venir».

Todos quieren hablar, aunque esconden sus identidades. Muchos habían tenido problemas con Jonás. Era «conflictivo», afirman algunos de los vecinos de la calle La Sierra. Con algunos había llegado hasta a juicio. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que este joven, hijo de los primeros magrebíes que se asentaron en Fuente el Fresno hace más de 30 años, jugaba en el parque con otros niños del pueblo y estudiaba en el instituto.

La historia de Jonás es la de un joven español, con raíces marroquíes, que se convirtió al yihadismo. Un proceso que no pasó desapercibido para todos los que le conocían y cuyo origen sitúan en el accidente de tráfico que le costó la vida a su único hermano. Fue ahí cuando el «chico normal» experimentó el cambio.

Lo primero que llamó la atención es su cambio de vestimenta. Se dejó la barba y empezó a vestir chilaba. Su actitud se tornó más hosca. La relación con sus vecinos en este pueblo, con 108 marroquíes empadronados, empezó a ser diferente. Se volvió introvertido y agresivo. Uno de los vecinos afirma que hasta le tenían miedo. «Nos había amenazado de muerte», asegura.

Jonás se casó con su vecina, una española que empezó a usar el velo y que se convirtió al Islam, dicen los que les conocen. Aunque parece ser que la relación no fue a más y hace algún tiempo que están separados.

Unas pocas calles más abajo está la mezquita, punto de reunión de los musulmanes. El padre de Jonás, Mostafa, ejercía de imán en este centro, aunque algunos dicen que desde el accidente de su otro hijo era el ahora detenido el que había tomado el mando.

«Aquí viene un hombre corpulento, es el jefe», dice una señora que vive enfrente. «Les oímos rezar y a veces salen de tertulia a la calle», explica. «A las seis de la mañana cuando es Ramadán», añade otro vecino de la zona.

En Fuente el Fresno no se habla de otra cosa. Que si iba al gimnasio todos los días. Que si no trabajaba en nada. Que si se han dedicado a la agricultura y que ahora ponían puestos en el mercadillo. Lo cierto es que todo el mundo conoce al padre de Jonás. «Es un hombre que lleva aquí mucho tiempo y nunca hemos tenido ningún problema, pero su hijo…», cuenta otro fuentero.

Al presunto yihadista se lo llevaron sobre las nueve de la mañana. Pero antes hicieron una parada en el Centro de Salud. Los rumores empiezan a extenderse por el pueblo: le han disparado en un ojo, dice uno. No, ha sido en el hombro, afirma otro. El caso es que parece ser que Jonás tenía ayer por la mañana una cita con el médico, y la Policía no quiso que faltase.

Quizá el que más conmocionado y alarmado se muestra es el alcalde de la localidad, Teodoro Santos. Conoció la noticia cuando iba a visitar a unos trabajadores municipales que estaban realizando una obra sobre las ocho de la mañana y desde entonces no ha parado de atender a medios de comunicación.

«Poco puedo decir», afirma. «Sus padres llegaron hace unos 30 años a este pueblo y la convivencia siempre ha sido buena», explica.

Fuente el Fresno recuperaba poco a poco la calma por la mañana la calma rota por la intervención policial y por los numerosos periodistas que se acercaron a esta localidad, a unos 33 kilómetros de la capital. Los vecinos, que han vivido en primera persona el cambio experimentado por Jonás, saben ahora a qué se debía: se había convertido en un yihadista, y además de manual.

Jonás, un yihadista converso de manual

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