Un año después, siguen esperando informe de balística sobre el cazador de Belvís
Hace un año fue encontrado muerto en una finca de Aldeanueva de Barbarroya
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La instrucción sobre la muerte del cazador de Belvís de la Jara, en Toledo, Antonio Fernández sigue abierta a la espera del informe de balística cuando se cumple un año de la aparición del cadáver en la finca «Los Baños» de Aldeanueva de Barbarroya.
Según han explicado fuentes cercanas a la investigación, este informe es «imprescindible» para poder cerrar la instrucción y determinar si la bala encontrada en el cráneo de Antonio Fernández se corresponde con una de las armas incautadas durante el proceso.
En concreto, el informe de balística permitiría saber si el proyectil habría sido disparado por un arma corta que se encontró enterrada a pocos metros de la vivienda que ocupaban los presuntos autores del homicidio del cazador, R.G.G. y F.A.G.
Las mismas fuentes han precisado que se desconoce el móvil del crimen y que se ha descartado que fuera un «accidente fortuito», versión inicial de uno de los acusados, ya que ambos -tío y sobrino- se acusan mutuamente de la autoría del disparo.
La Guardia Civil encontró el cadáver de Antonio Fernández , que llevaba desaparecido desde el 30 de septiembre de 2013, el 14 de febrero de 2014 en la finca «Los Baños» de Aldeanueva de Barbarroya, el mismo lugar en el que se le vio por última vez durante una jornada de caza.
Los dos hombres acusados de su muerte, que son los mismos que le acompañaban el día de su desaparición, se encuentran en prisión desde el 15 de febrero del año pasado.
A R.G.G. se le imputan de forma provisional los presuntos delitos de homicidio/asesinato, tenencia ilícita de armas, hurto y falsedad, mientras que a F.A.G. se le imputa de forma provisional presunto delito de homicidio/asesinato