CIUDAD/BAHIA DE ITACA
Prohibido suicidarse en primavera
Podemos es un partido que no tiene propuestas, solo ansía el poder a cualquier precio. Tras el tic-tac, pronto les escucharemos gritar: ¡Exprópiese!
La presidenta de la Junta de Comunidades María Dolores de Cospedal empieza a recoger el fruto de ocho años de intenso trabajo en Castilla-La Mancha. A cinco minutos de la campaña electoral, el Tribunal Constitucional refrendaba plenamente el pasado viernes la reforma de la ley electoral por la que se consagra una reducción drástica del número de diputados en la Región sin menoscabo de la pérdida de representatividad. Por tanto, el PSOE ya no está legitimado políticamente para acusarla de «atropello democrático» ni de intento de “pucherazo”. Aunque lo sigue afirmando tras el fallo.
Minutos después de que se pronunciara el Alto Tribunal, la Audiencia Provincial de Toledo reconocía su total inocencia en la percepción de sobresueldos de la caja B del PP y condenaba al ex tesorero Luis Bárcenas a pagar 50.000 euros de indemnización por vulnerar su derecho al honor, obligándole además a publicar la sentencia en dos periódicos de tirada nacional y al «cese en dicha intromisión ilegítima».
Se cierran de golpe y porrazo dos heridas abiertas en canal durante los tres últimos años que le han causado a la secretaria general del PP mucho dolor en el plano personal y político. Ganó la batalla de los sueldos a los parlamentarios regionales y ahora la de la drástica reducción de diputados sin mermar representatividad. Baste recordar que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos se compone de 435 diputados, es decir cada mimbro está refrendado por 731.034 ciudadanos americanos mientras que en Castilla-La Mancha (2.1 millones de personas) la media sería de 63.636. Incluso si contrastamos los datos con el Congreso español (350 escaños), estaríamos hablando de 135.000 votos. Si los votos son los mismos y los escaños menos, cada representante tendrá una mayor calidad de legitimación democrática.
La realidad es que el panorama electoral ha cambiado y las reglas son iguales para todos. Que la reforma estaba prevista para reducir gastos es obvio. Se cocinó mucho antes de la aparición de Podemos en mayo de 2014. Sería impensable plantearla hoy.
En cuanto a la victoria de la secretaria general sobre su ex contable, era hora de que el sinvergüenza de Bárcenas empiece pagar por sus desmanes. ¿Alguien duda de que si de Cospedal hubiera recibido un solo euro en negro hubiera puesto una denuncia contra el ex tesorero? Resulta meridianamente claro que la secretaria general fue la que desenmascaró a Bárcenas y quiso terminar con las irregularidades. Ella es la única en Génova, 13 que se ha enfrentado al chantaje permanente de este desleal empleado. De momento, la primera batalla la ha ganado. Enhorabuena.
Ahora, habrá que centrarse en lo importante: seguir trabajando para crear empleo y renovar mandato el 24 de mayo. Las últimas encuestas (17 PP, 10 PSOE y 6 Podemos) deja las esperanzas en la cara norte de la incertidumbre tanto en las autonómicas –a un escaño de la nada- como en las municipales.
La bajada alarmante de las huestes de Emiliano García-Page no puede servir de excusa para que se conviertan en el caballo de Troya del partido de Pablo Iglesias, en un Frente Popular totalitario. La marcha por el cambio en Madrid nos lleva directamente a la Revolución y a la III República. Y entonces, adiós, democracia, adiós. Podemos es un partido que no tiene propuestas, solo ansía el poder a cualquier precio. Tras el tic-tac, pronto les escucharemos gritar: ¡Exprópiese!
Por ello, sería deseable ampliar la pluralidad regional rompiendo el bipartidismo, sí, pero votando, además de a populares y a socialistas, a grupos democráticos como Ciudadanos, UPyD y Vox. Votar a Podemos o gobernar con Podemos… es un suicidio colectivo. Pedimos prestado a Alejando Casona el título de su comedia y recordemos que puede terminar no en drama sino en tragedia; por tato, «prohibido suicidarse en primavera».