teatro

Los clásicos también son divertidos

«Donde hay agravios no hay celos», de la Compañía Nacional de Teatro Clásico

Los clásicos también son divertidos abc

por antonio illán

Título: Donde no hay agravios no hay celos. Autor: Francisco de Rojas Zorrilla. Versión: Fernando Sansegundo. Dirección: Helena Pimenta. Intérpretes: David Lorente, Jesús Noguero, Óscar Zafra, Rafa Castejón, Nuria Gallardo, Clara Sanchis, Fernando Sansegundo, Natalia Millán, Mónica Buiza, Vadzim Yukhnevich (acordeonista). Escenografía: Esmeralda Díaz. Vestuario: Tatiana Hernández. Iluminación: Juan Gómez Cornejo

Desde el fondo del patio de butacas se aprecia una escenografía que es moderna sin ser extravagante, que es funcional sin ser puro concepto, que permite la representación de las acciones que van a divertir más, mucho más, de lo que espera un público que va a ver una comedia barroca.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) ha puesto el broche de oro a la programación del ciclo de teatro clásico de esta temporada en el escenario toledano con «Donde no hay agravios no hay celos», de Francisco de Rojas Zorrilla. Un montaje inteligente, muy calibrado, cuidado y bello, donde todo va dirigido a realzar el hermoso texto barroco.

Esta ingeniosa comedia no tiene su único fin en el complejo enredo, aunque hay enredo, sino que aúna otros elementos teatrales que atrapan y divierten, como son: la intensidad cómica, la caracterización de los personajes (tipos bien perfilados que rozan a veces la caricatura con), la movilidad de la acción en la sucesión de escenas o la compleja intriga con muchas ramificaciones que saltan a la vista. Rojas es un habilísimo manipulador que zurce y combina los más variados elementos de eficacia teatral de su tiempo y, sin entrar en los profundos juegos conceptuales tan propios al Barroco, consigue una pieza ágil y divertida. Ese jugo cómico lo ha sabido exprimir Helena Pimenta y el conjunto de actores y actrices que conforman este proyecto de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, para lograr un espectáculo con el que disfrutar, divertirse y, en ocasiones, reír, especialmente en deliciosas escenas del gracioso Sancho, magistralmente interpretado por David Lorente, y en un monólogo prodigioso de Nuria Gallardo, en el papel de Beatriz, en el que la picardía y el erotismo nos hacen sentir a los espectadores que lo que pasa en el escenario es una ficción verosímil.

El amor y el honor, el agravio, los celos y la venganza parecen los temas básicos sobre los que debe girar la obra. Sin embargo, en el texto de Rojas nadie, ninguna persona/personaje, está por la tragedia y se impone la vida, el goce, y esa segunda oportunidad que toda persona merece. Excelente la lectura que el CNTC ha realizado de la comedia de Rojas Zorrilla para hacer hincapié en el contenido de esos valores que humanizan a los personajes y los sacan de lo que serían los tópicos y convencionalismos, puramente mecánicos, de los textos del llamado teatro nacional.

El texto de Rojas, en la muy bien construida versión de Fernando Sansegundo, se construye, por un lado, sobre unos diálogos veloces y chispeantes, pletóricos de agudezas, muy intencionados y felicísimos en la caracterización. Por otro lado, es una obra en la que tienen un protagonismo especial los apartes (muy bien solucionados en la versión con respecto al original) que los actores deben realizar, bien para explicar lo que pasa y lo que piensan, bien para manifestar lo que en la convención social no se permite por recato o por represión del pensamiento.

«Donde no hay agravios no hay celos» es un texto barroco bellísimo, quizá menos conocido que otros con más fama del autor toledano. En él sobresalen unos personajes vitales y realistas que ponen de manifiesto diversos mundos: el de los amos y los criados, a veces tan claro y a veces tan confuso; el de las mujeres, con su complicidad y sus rivalidades, pero también con su sentido de la libertad individual y del no sometimiento a relaciones no queridas ni buscadas; y el de los hombres que se debaten entre el amor y los celos, la honra y su propia inconsistencia.

Un excelente trabajo, en el que Helena Pimenta, gran conocedora del teatro clásico, logra sacar lo mejor de cada uno de los actores en una labor coral subrayada por el buen decir del verso, que refuerza el carácter lírico o cómico, según la ocasión, el canto popular, los bailes sencillos y armoniosas coreografías y la música de un acordeón, que resulta extraño en una obra barroca (por su descontextualización) pero que cumple funciones muy diversas para enmarcar escenas cómicas, sentimentales, festivas, etc.

Sobresaliente interpretación del conjunto. Destaca la pareja de protagonistas amo y criado, Jesús Noguero, como don Juan, y David Lorente, como un brillante Sancho, que, cuando interviene, el público se siente regocijado porque se identifica con su llaneza, sencillez y franqueza como ser humano. Personajes plenos de fuerza interpretativa son los que elevan a categoría superior Clara Sanchis (doña Inés) con un tono de voz que refuerza su personalidad y se mueve entre la ironía y el histrionismo; Natalia Millán (doña Ana), plena de naturalidad y dominado su posición; y Nuria Gallardo (la picarona criada), que resuelve su papel asumiendo una interesante variedad de matices interpretativos. Fernando Sansegundo lo borda en un viejo don Fernando, dueño de la casa y centro de la trama. Rafael Castejón, como don Lope, Óscar Zafra, como Bernardo, y Mónica Buiza cumplen con creces su papel.

La escenografía embellece y da grandeza al espectáculo y también sirve para interpretarlo simbólicamente con las ventanas y puertas que se abren y se cierran, que son un trasunto para decir algo así como: «siempre hay alguna manera de escapar en la vida». La iluminación, la música y los figurines son elementos que se armonizan para componer un hermoso montaje que nos hace cercano un clásico del barroco como es «Donde hay agravios no hay celos».

El público, encantado, demostró su agradecimiento con la calidez de sus aplausos.

Los clásicos también son divertidos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación