Arrancan las obras de la tirolina sobre el Tajo, que proyecta abrir en primavera
Es la instalación más larga de Europa en ámbito urbano, con 183 metros de longitud de orilla a orilla
La semana pasada comenzaron las obras para la instalación de una tirolina sobre el río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo, aguas abajo a escasos metros del Puente de San Martín, por donde discurrirá de forma paralela al antiguo puente medieval a una distancia de 50 metros. En la ribera externa, como se observa en la imagen inferior derecha, una excavadora ha comenzado los trabajos para ahondar un hueco en el terreno de echadizo, dentro del cual se construirá un gran pilar de hormigón que sujetará la plataforma de llegada de la instalación. Esta será la zona adonde lleguen los «pasajeros» después de deslizarse por la cuerda sujetos a una polea, un excitante viaje que tendrá una duración de unos cuarenta segundos y que salvará una distancia de 183 metros de orilla a orilla, lo que convierte a esta tirolina en la más grande de Europa en un ámbito urbano.
Así lo explicó a ABC el empresario Diego Arija, impulsor del primer proyecto de estas características que se pone en marcha en la capital de Castilla-La Mancha y que, a tenor de las numerosas llamadas que está recibiendo de dentro y fuera de la región interesándose por la fecha de apertura, puede ser todo un éxito.
Después de meses de tramitación y de espera de los correspondientes permisos patrimoniales y medioambientela, Arija, gerente de Zipline Toledo S.L., ya ve muy cerca la materialización de la «Gran Tirolina Toledo», un proyecto con el que lleva soñando años. Con una potente inversión, dentro de la cual solo el proyecto de ejecución supone más de 36.000 euros, la tirolina de Toledo es, a juicio de su promotor, «una aventura única en un marco incomparable que permite volar sobre el río Tajo en pleno corazón de la ciudad». A su juicio, la tirolina «recupera el contacto de la ciudad con el río y amplía el abanico de la oferta turística de Toledo al incorporar esta opción de turismo activo. De esta forma se unen cultura, deporte y naturaleza».
Entre los servicios que ofrecerá la tirolina, que estará abierta todos los días desde su inauguración, está la posibilidad de que se puedan organizar saltos en horario nocturno, previa reserva, mientras que el precio de cada salto será de 10 euros. Además, contará con una zona de aparcamiento gratuito para autobuses y coches.
Arija quiso dejar muy claro que la Gran Tirolina Toledo cumple con los máximos estándares de calidad conforme a la normativa europea de seguridad. «Nosotros facilitamos el casco, el arnés y la polea homologados; los usuarios reciben una explicación de seguridad antes de cada salto, y para el máximo confort y disfrute la tirolina dispone de un freno especial Magnético Zipstop, patentado en Estados Unidos, que hace la llegada más suave y apta para todos los públicos», explicó el empresario.
En cuanto al desnivel que salvará la tirolina entre la salida y la llegada del «pasajero» es de un 6 por ciento aproximadamente, y el lanzamiento registrará una velocidad de unos 30 kilómetros por hora. A su llegada, el usuario podrá visionar el video de la experiencia vivida gracias al video «gopro» que lleva incorporado el casco protector, además de la fotografía que se le hará a la llegada. Destaca de forma especial Diego Arija las «sinergias positivas» que la tirolina generará sobre los sectores hostelero y comercial de la ciudad de Toledo, lo que podría redundar en beneficio del aumento de las pernoctaciones, verdadero caballo de batalla del sector turístico.