El Don Quijote de Ron-Lalá: un patrimonio del pueblo
Título: En un lugar del Quijote. Autor: Ron-Lalá. Intérpretes: Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato. Dirección: Yayo Cáceres. Escenografía: Curt Allen Wilmer. Vestuario: Tatina de Sarabia. Iluminación: Miguel A. Camacho. Composición musical y arreglos: Ron Lalá.
El Quijote de Ron Lalá maravilla por su trabajo escénico, asombra por su capacidad de síntesis y el excelente ensamblaje de los episodios que se narran/representan, sostiene la tensión dramática de un espectáculo nada corto, no desmerece la altura literaria del texto de referencia de Cervantes, y aviva las ganas de leer o releer el original.
Ron Lalá desarrolla un trabajo de aproximación a la gran novela de Cervantes con rigor textual y con las salvedades humorísticas e irónicas con las que crean las consabidas «morcillas» para tocar la fibra sensible del espectador y mantener su atención con referencias tan cercanas a la actualidad como las que tienen que ver con las citas al «pequeño Nicolás» a «Belén Esteban» o al no salir «limpios», como Sancho, los gobernadores de las ínsulas de nuestro tiempo. La adaptación es muy correcta y no trivializa para nada esa idea cervantina manifiesta en el Quijote que consiste en desencantar al mundo encantado, lo que significa humanizarlo, y hacerlo volver a una condición existencial gobernada por fuerzas humanas.
En un escenario funcional, en el que destaca el contraste del fondo conceptual y el realismo exagerado de los libros o la mesa del escritor, una iluminación que cumple un papel esencial en diversas escenas, un vestuario de premio y mucha imaginación, los actores totales (hablan en prosa y en verso, cantan, danzan, tocan instrumentos, trabajan al detalle la expresión corporal…) consiguen llevar al público a su terreno y que entre en su juego interpretativo. Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato hacen una labor escénica sobresaliente.
La música, siempre presente en las producciones de esta compañía, es un «personaje» más en esta obra, en la que cumple muchos fines: marca las transiciones entre escenas, crea efectos especiales y da pie a las canciones de autoría colectiva que introducen, en donde el verso fácil y el buen humor ayudan mucho a mantener la atención.
Yayo Cáceres, como director, merece el más cálido aplauso por su imaginación creativa y por lograr un equilibrio de conjunto que resulta un tanto difícil, dada la fuerza de personajes tan potentes como Don Quijote o Sancho Panza.
En un lugar del Quijote es una propuesta dinámica, moderna, con una dramaturgia muy bien pensada, atrevida y muy necesaria para llevar a los espectadores de hoy el mundo de nuestros clásicos de forma atractiva. Del Quijote de Ron Lalá podemos decir en su máxima expresión que es patrimonio del pueblo
Un éxito más en la programación del teatro de Rojas , que debiera plantear que con obras de esta altura quizá fuera necesario ir a más de una representación.