«No se tiene la misma vara de medir para todos», dice el alcalde de Yuncos

Aunque está animado y con ganas de seguir trabajando, el alcalde de Yuncos , Gregorio Rodriguez, del PP, aún no se ha recuperado de la «desproporcionada» sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Toledo , que ha ratificado el fallo del Juzgado número 2 de lo Penal de Toledo por un delito de prevaricación administrativa, al admitir la reclamación de un vecino para que se le retirara una multa de tráfico por un importe de 315 euros. Por ello, se le inhabilita siete años de todo cargo o empleo público.

El regidor de Yuncos ha recibido la sentencia con incredulidad. La noticia de que un hecho como ese pueda acarrear una pena tan dura, si se compara con otros casos que ahora son de actualidad en la prensa nacional. «No se tiene la misma vara de medir para todos; es tan injusta como desproporcionada; hay alcaldes que han arruinado a sus municipios y la justicia mira para otro lado. En cambio yo he gobernado 16 años con superávit en las cuentas municipales», clama Rodríguez, que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, que si es admitido paralizaría la ejecución del fallo judicial.

«Lo único que hice es hacer justicia con un vecino de Yuncos que estaba siendo perseguido por un policía local, y sí hubo procedimiento administrativo y está probado y dicho por todos en el juicio. Ésto es la culminación clara de una persecución política a un alcalde al que no han ganado nunca», afirma Gregorio Rodríguez en alusión al PSOE, denunciante de este hecho. «Los socialistas están haciendo todo lo posible e imposible para sustituirme en la Alcaldía», dice.

El alcalde de la localidad sagreña asegura que tiene la conciencia muy tranquila y cuenta con el apoyo de los vecinos y de todos sus compañeros de partido. «Esto es inhumano y todo el mundo ve que es una injusticia tremenda», agrega.

Los hechos se remontan a 2007 y comienzan con un incidente entre un vecino y la Policía Local, uno de cuyos agentes le multa por mal estacionamiento. Ese vecino, que fue concejal, reclamó porque consideraba que era una parada momentánea. El alcalde atendió la reclamación y, al igual que hizo con otros 92 expedientes, anuló esa multa. Sin embargo, desde el Grupo Socialista se entendió que este fue un claro acto de favoritismo y presentó la oportuna denuncia. Esta tesis ha sido desde un primer momento rebatida por el alcalde, que se pregunta cómo va a existir favoritismo u ocultación cuando se dio cuenta del asunto en el mismo pleno del Ayuntamiento.

Rodríguez espera que el Constitucional corrija una condena «que es una barbaridad». Está tranquilo, afirma, porque lleva razón. «Seguiré al frente de todos los asuntos municipales y más pendiente aún de atender a todos los yunqueros, dedicando mayor tiempo a los que más lo necesitan, pero si finalmente tengo que irme, lo haré con la cabeza bien alta de haber atendido correctamente a todos mis vecinos».