Hospital modélico

Se trata de reducir la lista de espera de operaciones quirúrgicas y para lograrlo la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha abre ahora cuatro quirófanos en el Hospital Nacional de Parapléjicos, tres de ellos para ser utilizados por el Complejo Hospitalario de Toledo. La presidenta María Dolores de Cospedal asiste a la puesta a punto de estos espacios de modernas instalaciones que vendrán a solucionar parte de un problema sanitario dentro de nuestros horizontes autonómicos.

Una vez más el Hospital de Parapléjicos significa ejemplo de funcionalidad que avala una referencia internacional que goza del mayor prestigio en los ambientes especializados. Como ya es conocido, la atención que allí recibe el lesionado medular es muy alta y nada de extraño tiene que cuando estos enfermos abandonan, por finalización del tratamiento específico, sus instalaciones lo hagan con lágrimas en los ojos agradeciendo a médicos, enfermería y celadores, el mimo y el cariño que todos estos cualificados profesionales prestan a sus dolencias.

Ahora se amplian las instalaciones del centro especializado para que aumenten el número de sus quirófanos, así como un nuevo servicio de radiología digital que abreviará el estudio de los dictámenes más complicados. Y como no podía ser de otra forma, desde aquí nuestra felicitación a la preparación estudiosa de todos los facultativos que se integran en la atención a los lesionados medulares, significando un ejemplo de superación del que pueden sentirse más que orgullosos.

Y continúa al alza la información sobre los casos de corrupción en las esferas por donde se mueven los políticos que dicen y aseguran siempre «trabajan con esfuerzo para el más y mejor de los administrados». Pero son palabras huecas que pasan desapercibidas porque una buena parte de ellos lo que en verdad les interesa, ahí están las pruebas y los juzgados, es llenarse los bolsillos de la forma más rápida posible, a costa de adjudicaciones públicas que los beneficiados pagan con los intereses correspondientes atendiendo al «proceso dedocrático» que se protagoniza.

Más tarde, los altos estamentos de los partidos implicados suelen pedir perdón, pero ante la reiteración en la intencionalidad dolosa todo se lo lleva el viento del otoño, y hasta la próxima.