Toledo en Nueva York

Hoy hemos hablado en clase del liberalismo en la Escuela de Traductores de Toledo bajo la tutela de Alfonso X y de cómo los judíos colaboraron con ella en diversos campos. He recordado a los alumnos que no conocen Toledo, que en mi ciudad florecieron tres culturas. Vivir en Nueva York ayuda a entender este concepto. Al entrar en el vagón del metro veo a varios jóvenes judíos hasídicos leyendo las escrituras y con auriculares puestos. Pertenecen a este mundo, pero son de otro mundo: jóvenes dedicados al estudio, viviendo en una sociedad cerrada y férrea, con sombreros y trajes negros, pero con un corazón que late como el de cualquiera de nosotros. Al lado de uno de ellos iba un afroamericano que dormía plácidamente y al otro extremo un oriental que leía en un libro electrónico. Toledo, he pensado, debía ser algo parecido a Nueva York. Y me he sentido orgulloso, una vez más, de ser toledano