ALFILERITOS
BOLSEO O CONTENEDORES SUBTERRÁNEOS
Lleva ya un tiempo el PSOE y el PP en el municipio de Toledo intercambiando críticas sobre el sistema de recogida de basuras en el Casco histórico de la ciudad. Para la alcaldesa, Milagros Tolón, el actual bolseo puede ser válido, aunque conviene estudiar mejoras.
Para la oposición, es conveniente situar contenedores subterráneos en ciertas zonas del corazón de Toledo, a lo que responde la máxima autoridad municipal, y con razón, que un contenedor no puede estar perenne junto a un monumento histórico y monumental.
¿Y cómo se resuelve el problema? Pues estudiando la geográfica urbana, enviando a técnicos en la materia a otras ciudades con sus cascos históricos similares al de Toledo para ver cómo encuentran solución a lo del bolseo. Y también poniéndose en contacto con capitales consideradas como las más limpias de España.
Hasta el momento, y en ciertos lugares del Casco toledano, los residentes sacan sus bolsas de basura a partir de un horario establecido donde ampara la nocturnidad y, por lo tanto, la presencia turística de visitantes, salvo excepciones, no es muy voluminosa que digamos; aunque también es verdad que ese amontonamiento de plásticos de diferentes colores no es una visión reconfortante, porque desde que se dejan hasta que llega el camión que las engulle pasa su tiempo, y algunos gatos callejeros se entretienen en afilar sus garras con las bolsas, destrozándolas para ver qué pueden aprovechar. Y, claro, se ensucia el entorno, y tampoco es eso.
Pero concejales existen, dentro del equipo de Gobierno y de la oposición, para ponerse a trabajar en el asunto, y no transmitiendoa diario su polémica sobre el sistema de recogida de basuras hogareñas, de la que la vecindad no tiene la culpa, ya que se limita a estar a órdenes de lo que la exigen dentro de una programación adecuada.
Lo de los contenedores subterráneos no es para el Casco histórico, ya que perjudican, y mucho, un ambiente monumental y, al parecer, están anulados en otras ciudades de parecida índole histórica por las molestias que ocasionan, sin que la solución al problema sea la correcta. Luego a ponerse las pilas y, si no se encuentran nada mejor, dejar las cosas como están, que llevan años de parecida forma en este tema.