Infraestructuras
Gregorio afirma que «se cumplen los plazos» en obras de Arroyo del Aserradero
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, ha asegurado que «se cumplen los plazos» en las obras, iniciadas en agosto, del colector Arroyo del Aserradero, que resolverá la recogida de los residuos de los municipios de Bargas y Olías del Rey que desembocan en Toledo.
«Se están cumpliendo los plazos, y dependiendo de las condiciones climatológicas, que puedan hacer que fluctúe unos días antes o después, espero que estén finalizadas para antes de verano», señaló Gregorio, que ha visitado hoy las obras junto al alcalde de Olías del Rey, José Manuel Trigo.
El delegado gubernativo ha recordado que el plazo de ejecución es de diez meses y que las obras para dar solución a las aguas residuales que se vierten en Bargas y Olías, y afecta a las fincas del municipio de Toledo de «La Abadía» y «El Beato», que se iniciaron en agosto, «marchan a buen ritmo».
Gregorio ha resaltado la «complejidad» de la obra, de 4.500 metros de longitud, porque «hay cuatro cruces, por la autovía, que requieren tuberías especiales, de 600 metros, de un grosor específico para que pueda soportar el peso», en concreto hinca de tubería de hormigón armado DN1200.
«El colector es una realidad y evitará el deterioro medioambiental de la zona por el compromiso del Gobierno de España», expuso Gregorio, en concreto del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), a través de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), que realiza la empresa Azvi S.A., por un importe de 2.483.061 millones de euros.
Evitar vertidos
La nueva infraestructura, que se inicia en la margen izquierda del propio arroyo, a la altura del área de servicio ‘La Abadía’, y acaba en una conexión situada en la margen derecha del río Tajo, conducirá las aguas residuales de los núcleos urbanos de Bargas y Olías del Rey, como de la zona sur de Toledo, a la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la capital regional.
Con la obra, concluyó Gregorio, «se va a conseguir evitar los vertidos que han originado daños al Tajo y trabajamos para que el río tenga la menor contaminación posible en la zona regional».