Cosidó reclama la vuelta de agentes secretos contra el crimen organizado
«Si desistimos, el fracaso está asegurado». Con estas palabras el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, animó ayer en Toledo a representantes policiales de 25 países americanos y europeos a no bajar la guardia en la batalla contra el crimen organizado. En el encuentro, organizado por Interpol dentro del proyecto internacional «Fortaleza», se hablará hasta mañana de las principales organizaciones delictivas de Iberoamérica, que están ampliando sus actividades relacionadas con el tráfico de drogas a los delitos financieros, la falsificación de moneda o el tráfico de armas.
Los cárteles de Sinaloa y Juárez, sangrientas organizaciones criminales mexicanas dedicadas principalmente al narcotráfico, estarán sobre la mesa de debate. Pero no serán las únicas ni México será el país blanco de todas las miradas de los participantes en esta reunión del proyecto «Fortaleza». El director general de la Policía subrayó que no solo se han universalizado los tráficos ilícitos, de drogas, de armas o de falsificaciones, sino que también «se han globalizado» las organizaciones y las transferencias de capital.
«El crimen organizado establece alianzas estratégicas cada vez más potentes», según Cosidó, quien citó España como uno de uno de los países que «está más en la primera línea de lucha contra este fenómeno, ya que ocho de cada diez grupos de crimen organizado que se detectan tienen un componente internacional, principalmente de países del este de Europa, del norte de África y de Iberoamérica».
La globalización no es el único factor en el proceso de transformación del crimen organizado. Cosidó citó también la virtualización y el incremento del cibercrimen, así como la desestructuración. Sobre los riesgos de ataques informáticos y sus vulnerabilidades, el director general de la Policía habló de una mayor presencia en la red de las organizaciones criminales, que utilizan métodos «más sofisticados» en el blanqueo de capitales, movimientos de fondos y estafas.
Y como internet es cada vez más opaca y oscura, Cosidó reclamó un equilibrio entre la tecnología y la vuelta de los agentes encubiertos, las «fuentes humanas», como una «herramienta básica y fundamental» para luchar contra el crimen organizado.
Reformular la estrategia
El director general de la Policía se detuvo igualmente en la desestructuración de las organizaciones, que saben perfectamente que cuanto más grandes y más jerarquizadas están se vuelven más vulnerables. Por ello, los investigadores policiales han detectado un proceso de transformación, en el cual hay células que colaboran entre ellas «de una manera más informal, menos estructurada», según Cosidó, por lo que es más difícil combatir esta delincuencia.
Ante estos cambios, el director general de la Policía propuso «reformular» la estrategia policial y golpear a estas asociaciones donde más les duele: buscar el dinero y el beneficio que obtiene el crimen organizado, que es, en esencia, una «empresa económica», según algunos expertos.
Antes de hablar Cosidó, el subdirector de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Interpol, José de Gracia, recordó a los representantes policiales en el encuentro que «ustedes son Interpol», reclamando de esta manera su implicación permanente en la lucha contra el crimen organizado.