«No hay que bajar la guardia y seguir con las reformas»
El presidente García-Page anunció ayer que la Junta creará unos «premios al mérito empresarial»
Dos mensajes quedaron claros ayer en la entrega de los XII Premios de la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam). Por un lado, la mejoría de la economía gracias a la labor de los empresarios de la región, personalizados en los cinco premiados en la noche de ayer, uno por cada provincia; y por otro lado, la necesidad de diálogo y cohesión social para salir de la crisis, en una velada mención a las aspiraciones separatistas de Cataluña.
Así, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page comenzó su discurso recordando el pasado histórico de Toledo, ciudad que acogía estos premios en el escenario del Teatro de Rojas, pero se refirió a los últimos cuarenta años de historia como los «de máximo esplendor» para España, que son los años que coinciden además con la vida laboral de los cinco premiados ayer.
En este sentido, para reconocer la labor de los empresarios de Castilla-La Mancha, y de forma paralela a los galardones de Cecam, el presidente regional anunció la intención de su Gobierno de institucionalizar unos premios al mérito empresarial «porque hay que presumir más de las cosas que hacemos bien», señaló.
«En la crisis que todos estamos sufriendo, de la que estoy convencido que se saldrá, nunca ha caído tan bajo la opinión de los políticos, de los representantes institucionales, de los empresarios y de los sindicatos, hay que mantener la calma», afirmó García-Page. Aun así, a pesar de esta afirmación, aseguró que «no hay modelo alternativo a como lo hemos venido haciendo desde hace 40 años», aunque sí reconoció que hay muchas cosas que cambiar y hacer autocrítica.
Relaciones Laborales
Por eso, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego dio tanta importancia a la necesidad de llegar a acuerdos y firmar pactos como el que firmó el pasado 6 de octubre con Cecam y los sindicatos CCOO y UGT. «En España las cosas más importantes que hemos hecho han sido consensuadas», manifestó García-Page, quien insistió en el valor del diálogo social. En su opinión, «quien gobierna desde los despachos y no gobierna teniendo en cuenta la opinión de la gente, incluso aunque te critique, se pega una leche».
Aprovechando este mensaje para intentar de «volver a la cultura en la que se dejen las cosas que nos separan para poner en valor las cosas que nos unen», el presidente de Castilla-La Mancha adelantó también que tiene previsto «dar valor al Consejo de Relaciones Laborales», en el que está representada la Administración regional, Cecam y los dos principales sindicatos, como son CCOO y UGT.
García-Page terminó su discurso con tres reflexiones en torno a la crisis. En primer lugar, «no hay que perder nunca la serenidad» porque, a su juicio, con la crisis se han demostrado varias cosas: que «Europa no está en cuestión porque los pilares y los anclajes son serios» y que «la Constitución Española tampoco está cuestionada». La segunda reflexión es que España «no está en retroceso, sino que avanza cada vez más» y prueba de ello es, según indicó, es la internacionalización de las empresas. «Muchos empresarios han sobrevivido por lo que venden fuera y por su trabajo en otros países, lo cual es un síntoma de optimismo», consideró.
Y, por último, en una tercera reflexión dijo: «No he visto nunca a un empresario que se haya alegrado de cerrar una empresa y de despedir a sus trabajadores. Quien más sufre en estos casos es el empresario». Así, volvió a hacer un llamamiento a la cohesión social, incluyendo en este sentido el concepto de España, pues, a su entender, «cuanto mejor nos vaya en conjunto, mejor nos irá a todos. Nunca va a haber estabilidad política si no hay estabilidad social», afirmó.
Por su parte, el presidente de Cecam, Ángel Nicolás, pidió no «bajar la guardia» y se mostró convencido de que hay que «seguir por el camino de las reformas estructurales emprendido, porque sin reformas, esta recuperación iniciada no se sostendrá». «No es momento de complacencias, ni de relajación. Sino todo lo contrario: Es momento de avanzar, con más impulso aún si cabe», sentenció.
Nicolás subrayó que la confianza y la imagen de la economía española han mejorado «notablemente» en los últimos ejercicios. «Tras muchos años de sufrimiento, comenzamos a ver los primeros síntomas de recuperación y ahora, los organismos económicos hablan de previsiones positivas para nuestra economía», expresó. «Esta mejora -agregó- ha sido posible gracias a los enormes esfuerzos y sacrificios realizados por los empresarios, las familias y la sociedad en su conjunto. Y de forma paralela a esto, gracias a las reformas estructurales que se han acometido». Pero esto, advirtió, «no significa que podamos bajar la guardia. «No podemos pensar que ya está todo hecho. Muy al contrario, tenemos mucho trabajo aún por delante».
A su juicio, las ya abordadas, como la reforma laboral, han servido para impulsar, «en gran medida», esta recuperación; «pero faltan otras también importantes, para afianzar el crecimiento económico, dinamizar la actividad empresarial, y así elevar el ritmo de creación de empleo», manifestó Nicolás, quien también quiso hacer hincapié en que «será el sector privado quien lidere el desarrollo económico». «Se hace necesario, por tanto, un mayor apoyo a la actividad de las empresas, porque somos los empresarios, y no el sector público, quienes crearemos los puestos de trabajo que tanto se necesitan», concluyó.
El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ensalzó a los empresarios premiados ayer por Cecam, «personas que han hecho muchas cosas en la vida y son ejemplo para el resto de empresarios». «Son empresarios con caras y ojos, sencillos y humildes, gente normal que empezó a trabajar incluso con 10 años», destacó. Tras lamentar que España sea un país «bastante cainita», pidió hablar «sin complejos» de una nación «plural y unida porque nos hará más grande».