«Se puede mirar hacia delante con optimismo»
Expone cinco ideas: sensibilidad, nueva política, compromiso con la tierra, prioridad social y empleo
En el Cigarral del Ángel Custodio de Toledo (escenario elegido por los socialistas para vivir la última noche electoral del 24 de mayo) y rodeado del Gobierno regional al completo, más una suma considerable de altos cargos, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, hizo ayer balance de sus primeros cien días (se cumplieron el lunes) al frente de la Junta de Comunidades.
Es este un Gobierno socialista, cree su presidente, que «ha demostrado un giro en la sensibilidad», al que le «gustaría que se calificase con alma, con corazón». Y en este «giro», siguió Page, hay una «clara actitud política de permeabilidad». «Un Gobierno que prescinde del sectarismo, cercano y accesible», que está «vacunado contra la soberbia».
En estos primeros cien días, según Page, hay «sintonía con la ciudadanía». «Nos estamos econtrando con multitud de gente que tiene un ansia lógica por recuperar el tiempo pérdido y los derechos lesionados». Es más: «Me he encontrado con mucha gente que me dice: ‘Yo a usted no le voté, pero tengo mucha esperanza y confianza en que tiren del carro’». Aquí Page puso como ejemplo el acuerdo marco para la recuperación social y económica al que la semana pasada se comprometieron el Gobierno regional, los empresarios y los sindicatos.
La esperanza se traduce en «convicción» cuando afirmó «estar convencido» del «cumplimiento total del programa electoral pase lo que pase en las próximas elecciones generales». Y esa idea, la de la «esperanza», la del «giro en la sensibilidad», fue la primera «reflexión» de las cinco que expuso.
Nueva política
La segunda idea, dijo Page, son las «muestras de nueva política» que está dando su Gobierno. «Nosotros vamos a recuperar la política normal, que no tiene nada que ver con el bipartidismo», dijo, y sí «con la transparencia, con la honestidad». En este sentido, desveló la mala praxis de 54 altos cargos del anterior Gobierno del PP que aún no han realizado su declaración de bienes, renta y patrimonio.
Page cree que esto «no puede ser», sobre todo porque en su Gobierno «nadie ha dejado de venir porque tenga miedo a publicar sus bienes». Además, aseguró que todos los socialistas tienen su domicilio fiscal en Castilla-La Mancha. «Este es un Gobierno que tiene claro que además de ser honesto tiene que parecerlo». También avanzó que la Ley de Transparencia (uno de los compromisos ineludibles por los que Podemos apoyó al PSOE y no al PP) que prepara su Ejecutivo contemplará la inhabilitación para aquellos que no presenten la declaración.
La tercera reflexión de Page tiene que ver con el «compromiso con los temas de esta tierra». Entre esos temas citó el pulso que mantiene con el Estado para impedir la instalación de un almacén nuclear en Villar de Cañas, «una decisión incomprensible»; y los tres recursos presentados para impedir el trasvase de agua desde el río Tajo al Segura.
Noviembre clave
La cuarta idea pasa por «la prioridad social que empieza por el empleo». En este punto, Page concretó dos medidas ya anunciadas: un plan extraordinario de empleo, así como una oferta de empleo público. Ambas se pondrán en marcha en noviembre.
El plan extaordinario irá dirigido a «aquellos que no tienen ingresos». Alcanzará a 60.000 personas en sus diferentes programas: uno puente para jóvenes, otro para formación y los ofertados a los ayuntamientos. Mientras, la oferta de empleo público será para trabajar en la administración del Estado y en la sanidad y la educación regionales.
Otras medidas anunciadas por Page, que tienen «prioridad social», son la puesta en marcha de la Oficina Antidesahucios y la lucha contra la pobreza energética. La oficina se inaugurará la próxima semana, el 21 de octubre, y tiene el objetivo de ser «útil» en la «discreción» de los que peor lo están pasando, quienes recibirán una «atención directa y personalizada». Para atajar la pobreza energética, la intención del Gobierno regional es que no le corten la luz a ninguna familia en caso de que esta acumule impagos por problemas económicos.
Otra medida que se incluirá en los presupuestos de 2016, aunque estos aún no tienen fecha de salida, será la supresión de diez tasas «de las 330» que creó el anterior Gobierno regional presidido por María Dolores de Cospedal. Aquí Page precisó que, sobre todo, serán tasas que tienen que ver con la dependencia. No tiene sentido que una persona tenga que «pagar porque le revisen su condición de discapacidad», dijo el presidente.
La última reflexión fue la de la «recuperación económica» que tiene que venir acompañada de la «recuperación social». «Prefiero que lleguemos juntos a la meta, de la mano, aunque vayamos más despacio», describió Page, para quien el «mayor riesgo» pasa porque dentro de unos años «dos tercios de españoles hayan recuperado su nivel de vida previo a la crisis, a costa de que el otro tercio nunca lo recupere». Para incentivar la recuperación, los presupuestos del año que viene tratarán de simplificar los trámites administrativos, «queremos que se agilice todo el proceso».
Pero en suma, cree Page, «se puede mirar hacia adelante con un razonable optimismo, hay muchas posibilidades de que la región se vuelva a poner de pie». «Se trata de que cuando termine la legislatura, encaje el puzle», insistió.
«Ni 100 horas»
En el turno de preguntas, el presidente de Castilla-La Mancha respondió a la oposición del PP que «no ha esperado ni 100 horas para las críticas». Page aseguró que frente a las acusaciones de «destructor», «la gente medice lo contrario: que estamos reconstruyendo». Además, su Gobierno no va a montar «el circo» que hace cuatro años montaron los populares «subastando coches en un barrizal», y se mostró convencido de que recortar no tiene por qué ser sinónimo de ahorrar. De hecho, dijo, la deuda pública de Castilla-La Mancha se dobló durante la última legislatura.
En cuanto a Podemos, cuyo apoyo fue indispensable para que fuera investido presidente, Page afirmó que la relación es «muy fluida». «Me interesa que conozcan todo: con Podemos podemos», añadió.
Por último, referente al melón de la financiación autonómica y a Cataluña, el presidente de Castilla-La Mancha cree que hay que aprovechar la singularidad que aporta la Constitución española entre nacionalidades y regiones. Pero igualmente avisó: «Quisiera que no haya intenciones de reconvertir el debate identitario en un problema de dinero».