Comienza la temporada de caza en la región con numerosos cambios

Una novedad es que para sacarse una licencia nueva habrá que superar un examen

Comienza la temporada de caza en la región con numerosos cambios f. gómez

PILAR HERNÁNDEZ

Después de unos meses «agitados» por la campaña que los ecologistas hicieron antes de las elecciones autonómicas en contra de la caza, las escopetas vuelven a salir a los campos y montes de Castilla-La Mancha -la región de Europa más importante en el desarrollo de esta actividad- y lo hacen con algunos cambios. Uno de los más significativos es que para poder sacarse una licencia nueva , el aficionado tendrá que hacer antes un examen, donde deberá poner a prueba sus conocimientos tanto del reglamento como del funcionamiento del arma. Las primeras pruebas se realizaron el pasado mes, con no muy buenos resultados, y en noviembre habrá otra convocatoria. Para evitar los suspensos masivos, desde la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética, Aproca, se han organizado varios cursos de formación, según explicaba a ABC su presidente, Luis Fernando Villanueva, de forma que el cazador tenga más fácil aprobar la prueba.

Pasar el examen es obligatorio tanto para sacarse la licencia interautonómica -permite cazar en ocho comunidades autónomas- como la regional. «Realizar esta prueba puede hacer que la gente renuncie a la licencia, pero es un ejercicio de responsabilidad y se considera que el cazador tiene que tener una mínima formación tanto del manejo del arma como de la legislación vigente». Un examen que no es necesario para quien tenga ya licencia.

Pero no es la única novedad de esta temporada. Hay que tener en cuenta que la Ley de Caza de Castilla-La Mancha entró en vigor el pasado mes de febrero y aunque aún no se ha desarrollado un reglamento, por lo que rige el del año 1996 -bastante obsoleto-, hay cuestiones que son de aplicación inmediata, como la nueva distribución de los terrenos cinegéticos, estableciéndose sólo dos tipos: cotos de caza y zonas colectivas de caza. También desaparecen las zonas de reserva para caza mayor y para terrenos cinegéticos con menos de mil hectáreas en caza menor. Para el presidente de Aproca, no tenía sentido dejar un terreno en el coto sin cazar, cuando la población de caza mayor cada vez es más numerosa. Y también han entrado en vigor los Planes de Ordenación Cinegética , para asegurar el aprovechamiento sostenible y ordenado de las especies, compatible con la conservación del medio ambiente.

En cuanto a las especies, Villanueva habla de una temporada de «contradicciones», ya que la primavera ha sido muy buena para la cría, mientras que el verano ha sido muy duro y el otoño también está siendo más seco de lo que se esperaba. «Los cazadores conocen el problema perfectamente y si no hay buenas condiciones para la práctica, seguramente van a esperar» . Aunque hay zonas donde la gran densidad de conejos hace aconsejable comenzar a cazar desde el primer día -el jueves 8 de octubre se abrió la veda. Sin embargo, sería aconsejable esperar a que llueva, de forma que la perdiz tenga una defensa mejor y en las monterías las rehalas no se ahoguen enseguida por el calor.

Cambio en la Ley de Caza

Pero la mayor preocupación de los aficionados a la caza en estos momentos es el anuncio realizado por el nuevo Gobierno regional de modificar la Ley de Caza y la influencia que su socio de Gobierno, Podemos, puede tener en los cambios que se quieren aplicar, al entender que apoyan a organizaciones ecologistas «radicales» que abogan por prohibir la caza.

El próximo día 21 de octubre todas las partes están convocadas a una reunión de trabajo en la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha para buscar un consenso. Sin embargo, Luis Fernando Villanueva se mostraba escéptico, porque «no se puede llegar a un acuerdo con personas que directamente quieren prohibir la caza».

Tanto Aproca como la Federación de Caza de Castilla-La Mancha defienden que la nueva Ley de Caza es la mejor que existe en España, tanto desde el punto de vista cinegético como medioambiental y eso es lo que le van a hacer llegar al consejero. «Estamos dispuestos a escuchar, a trabajar, pero adelanto que el compromiso del consejero va a ser muy difícil cumplirlo; entre el sector cinegético y algunas asociaciones conservacionistas no tengo dudas de que se puede llegar a un acuerdo, pero cómo se va a llegar a un acuerdo con asociaciones que están en contra de la caza per se», indicó Villanueva. que hizo alusión a la nota remitida por Ecologistas en Acción, «que da una tuerca más a su oposición a la caza», al advertir que se «pone en riesgo la seguridad de las personas y animales en el campo», una afirmación falsa para el presidente de Aproca.

Luis Fernando Villanueva confía en la sensatez del consejero de Agricultura, Francisco Martínez, para tener en cuenta un sector de gran importancia para la región, pues no se trata sólo de una afición deportiva, sino que del mismo dependen muchas economías.

En este sentido, la Consejería de Agricultura quiere crear un grupo de trabajo para abordar de forma «consensuada» con todos los agentes implicados en el sector la Ley de Caza aprobada de forma unilateral por el anterior Gobierno regional del PP. Podría reunirse en próximas semanas a fin de agilizar la modificación de algunos aspectos de la actual normativa que está en vigor desde el pasado mes de marzo.

Renovación generacional

También es preocupante el descenso del número de licencias en los últimos años - se ha pasado de 200.000 a unas 140.000 en 2014 y 73.876 en lo que va de 2015 , según datos de la Junta-, motivado tanto por la crisis como, y es lo más inquietante, por la falta de renovación generacional. «Es un problema que debe resolver la propia administración, considerando que la caza es imprescindible para los controles poblacionales de las especies cinegéticas». Y es que aunque el número de cazadores ha bajado en los últimos años, el de monterías se mantiene ante la necesidad de regular las poblaciones, sobre todo de venados y jabalíes que en algunas zonas es tan alta que están causando estragos en los montes y tierras de labor.

Aun así, la temporada se presenta ilusionante en cuanto al número de piezas que se abatirán en los siete millones de hectáreas hábiles en la región. El pasado año fueron 95.000 en caza mayor y más de seis millones en menor, entre conejos, liebres, perdices y faisanes.

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