Saber vivir

CARLOS MARTÍN-FUERTES

Hoy más que nunca se cuida del cuerpo yendo al gimnasio o practicando deportes. La máxima de «mens sana in corpore sano» sigue estando vigente. Sin embargo, empleamos con más facilidad dinero para practicar algún deporte, mientras racaneamos cuando se trata de emplearlo en un curso de control mental, lectura de libros o algo que redunde en nuestro psiquismo. En definitiva solemos tener doble rasero según se trate de lo que más nos apetece.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Solemos decir que la salud es lo más valioso; sin embargo esto es de boquilla, pues muchas veces solos nos acordamos de ella cuando estamos tocados por alguna enfermedad. Mientras tanto, tratamos de disfrutar de la vida, a veces de manera desordenada, y nos creemos que algunos males solo le llegan al vecino, que nosotros estamos exentos. ¡Cretinos que somos! No sabemos reconocer que la vida es una lotería en la que todos llevamos papeletas del sorteo.

Servidor, corriendo a pie antes de llamarse «running» o «footing», sufrió hace más de dos un infarto en un hueso de una rodilla, Después de sufrir más de cien sesiones de rehabilitación, piscinas y descansos, se vio abocado a ponerse una prótesis. Se me cayó el mundo encima y sin saber hacer la digestión en un año largo. Hoy, gracias a Dios,(más de una peste eché de Él), a mi esposa, hijos, mis mejores amigos y al periodismo completé la travesía del desierto y estoy de nuevo integrado en la vida.

Menos correr, que casi no puedo ni debo hacerlo, camino de una a dos horas diarias, nado, monto en bicicleta, viajo donde quiero, escalo montes, cojo espárragos y puedo subir medio millar de escalones en la muralla china o cerros aledaños al Cañón del Colorado. Volví a disfrutar de la vida, a pesar de los momentos malos que tiene, con mis nietos trillizos y mellizas, a escribir, en suma, a ser feliz. Si la mente funciona, lo demás lo hace por añadidura. Al mundo pregono que después de la prótesis hay vida, que no desesperen y trabajen con la mente y con el cuerpo su recuperación, que llegará.

Decisivo realizar actividades que nos satisfagan, preocuparse por los demás. Si a esto le añadimos el trabajo de un buen médico psiquiatra o psicólogo, mejor. Antes dejaremos la medicación y tomaremos las riendas y el pulso a la realidad, reincorporándonos a la vida activa y afectiva y mejorando el modelo de vida.

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