ENTREVISTAEvaristo Olcina Propietario y empresario de la plaza
«La temporada taurina no puede dirigirse solo a las tres o cuatro figuras del momento»
Se crió viendo toros con su abuelo Felicísimo Tejedor. El año pasado se hizo cargo de la gestión de «La Caprichosa»
—¿En qué momento toma contacto su familia con la plaza?
—En los años cincuenta. Antes de adquirir completamente la propiedad, a mi tío abuelo Antonio González Vera, en uno de sus viajes a Talavera porque él apoderaba a muchos toreros (El Litri, Antonio Ordóñez de novillero, Ángel Peralta, Manolo González, Antoñete…), se le acercaron a ofrecerle la plaza en un bar. En un primer momento, compró una parte y con los años la compraría entera.
—¿Qué recuerda de su abuelo Felicísimo Tejedor (heredó la plaza de Antonio González Vera)?
—Mi abuelo fue la persona que empezó a llevarme a los toros. Yo le acompañaba a la imprenta para los carteles, a contratar publicidad… y todo esto me fue metiendo el veneno. Mi abuelo estuvo también en la gerencia de la plaza de Las Ventas, en Madrid, con la Casa Chopera, y es donde empecé a ir al callejón, iba a los reconocimientos y veía lo que es este espectáculo desde dentro. Eso, para un chaval de 10 o 12 años, era apasionante y para la Fiesta es fundamental el nexo entre abuelos y nietos. Cosa que ahora mismo está fallando.
—¿Qué ha pasado en Talavera para que hace unas décadas no faltase una figura y ahora vaya tan poco público?
—Respecto a otras épocas, hay una diferencia fundamental. En los años sesenta, setenta e incluso ochenta había quince o veinte matadores que se podían considerar figuras. Ahora mismo, lamentablemente el público considera figuras a los cuatro o cinco que están arriba. El cartel de hace unos días lo confeccioné con Manuel Escribano y Paco Ureña, que si no se les puede considerar figuras, están a punto. Una temporada como la de Talavera, con dos ferias al año, lo que no puede tampoco es dirigirse siempre a los cuatro o cinco que están arriba porque no tendría sentido. Pero no solamente en Talavera, el problema es que otras muchas plazas no se están llenando y van las figuras.
—Este año a la plaza le han dado otros usos no taurinos. Sin esos usos alternativos, ¿la plaza no es rentable?
—Pues este año ni siquiera con esos usos (conciertos, exhibiciones de coches, terraza en verano…), la plaza ha sido rentable. Ha sido un año ruinoso, con lo cual es necesario darle ese uso atípico. Pero el problema al final son los toros. En general, las plazas van a tener que cambiar la política y transformarse en recintos de varios usos.
—¿Recibe alguna subvención de la administración?
—Yo no recibo un dinero a fondo perdido. Lo que existe es un convenio de colaboracion por el que cedo la plaza y un número de entradas para determinados espectáculos. A cambio, el Ayuntamiento me da un dinero.