ALFILERITOS
La Iglesuela, sin agua potable
Que en los tiempos que corren una población lleve 20 días sin agua potable, es un problema de envergadura que se debe solucionar de la forma más urgente posible. Esto es lo que está ocurriendo en la localidad toledana de La Iglesuela , donde sus habitantes tienen que proveerse de agua a través de camiones cisterna que envía la Diputación Provincial, debido a que se ha encontrado en el suministro un exceso de oxidación de materia orgánica, según un dictamen de la Consejería de Sanidad, que prohibía el uso de agua para el consumo humano a partir del 4 de septiembre.
Los vecinos de este bello enclave de la Sierra de San Vicente no terminan de entender el porqué de esta anómala situación, que el Ayuntamiento deriva hacia la suciedad de los filtros de potabilización que abastecen La Iglesuela. Un abandono del que alguien es el culpable, y ante el que debe responderse con la sanción económica correspondiente, si el descuido de esa limpieza se debe a la concesionaria del servicio.
Si un residente del lugar dejara de pagar el correspondiente recibo de agua, de inmediato la autoridad correspondiente procedería a cortarle el suministro. Por lo tanto, como la vecindad cumple con su obligación económica que exige el servicio, los ciudadanos deben ser compensados por esa ausencia de agua potable en sus domicilios, ya que no tienen la culpa del desaguisado nacido de forma sorprendente, obligándoles a comprar agua embotellada, pagada de su bolsillo, hasta que la Diputación llegó con sus camiones cisterna.
Y todas estas molestias ocurren en una localidad de la Sierra de San Vicente, donde existen muchos regatos de aguas limpias que podrían ser aprovechados con la construcción de un pequeño pantano que recogiera el agua de varias gargantas para imprevistos como este. Espero que la solución llegue pronto y que la concesionaria del servicio, aparte de aplicar el tratamiento adecuado que limpie las tuberías, explique por qué se ha llegado a esta situación que motiva que La Iglesuela sea protagonista en los medios de información. La Sierra de San Vicente es un paraje singular, donde el turismo tiene mucho que decir, y la escasez de agua potable en uno de sus pueblos más atractivos no ayuda en absoluto a promocionar esta belleza de valles y colinas centenarias.