Los requeños niegan ser racistas tras la polémica del comedor

Unas 500 personas se concentraron ayer en la plaza en apoyo a la alcaldesa

L.REVENGA/R.GARRIDO

Unas 500 personas se concentraron ayer en la plaza de Recas para apoyar a Laura Fernández, la alcadesa «popular» que ha saltado a los medios por querer limitar el acceso de los niños al comedor social a los empadronados en la localidad.

Con la manifestación, los presentes pretendían dejar claro que la imagen que se está dando de Recas está distorsionada. «Un pueblo que lleva conviviendo con esta gente (en referencia a los inmigrantes) tantos años y que nos tachen de racistas», se quejaba un vecino tras afirmar que «los que son unos sinvergüenzas son los que han destrozado las casas», en alusión a los «okupas». «Hasta los marcos de las puertas se han llevado», explicaba otra asistente.

En general, el ambiente estaba caldeado. Entre murmullos, los vecinos se quejaban de la presencia de los medios, además de señalar que muchos padres «envían» al comedor a sus hijos sin necesitarlo, algo que ya explicaron algunos voluntarios del mismo al diario ABC.

Por su parte, Laura Fernández mostró su agradecimiento a los asistentes en el grupo de Facebook «Somos Recas», perfil que planteó la concentración. «Me siento muy orgullosa del civismo demostrado y, sobre todo, gracias por mostrar el rechazo a la imagen que algunos quieren dar de nuestro pueblo», apuntó la «popular».

Sin embargo, no todos los vecinos han aplaudido la decisión de la alcaldesa. Algunos incluso han acusado al PP de la localidad de «auspiciar» la manifestación de ayer.

Los requeños niegan ser racistas tras la polémica del comedor

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