Desarticulan en Toledo y Madrid una red de tráfico de cocaína
Se han desmantelado dos laboratorios y registrado diez domicilios
La Guardia Civil detuvo ayer a 33 sujetos pertenecientes a una organización dedicada a la distribución de cocaína en el marco una operación desarrollada en las provincias de Toledo y Madrid.
Durante la operación, dos laboratorios, utilizados para la adulteración y corte de la cocaína, fueron desmantelados. Además, en los diez domicilios registrados, la Guardia Civil encontró 2,3 kilogramos de cocaína y 11,6 kilos de hachís, más de 7,5 kilos de sustancias de para el corte de la droga, útiles para el corte, envasado y distribución, cinco vehículos y 38.739 euros en efectivo, además de diversas armas y material informático.
El operativo, que se inició en septiembre del año pasado a raíz de una denuncia en Villanueva de Alcardete, permitió a los agentes identificar a un grupo de personas en diferentes localidades de la provincia. Un dispositivo de seguimiento y control posibilitó conocer el punto de suministro de la droga.
Durante la primera fase de la investigación, la Guardia Civil detuvo a doce personas y registró nueve domicilios en Madrid, Aranjuez, Seseña, Villanueva de Alcardete, Puebla de Almoradiel y Villacañas.
La segunda parte se desarrolló durante el mes pasado y se centró en las provincias de Toledo y Madrid, donde se detuvo a 21 personas, además de registrarse un domicilio en Villacañas.
Modus operandi
El proveedor de la cocaína era un varón residente en la localidad de La Puebla de Almoradiel, mientras que los encargados de su distribución eran una pareja residente en el Ensanche de Vallecas, Madrid.
Otra persona era el responsable surtir de cocaína al resto del grupo, que en colaboración con su pareja adquiría partidas de esta droga a través de dos intermediarios con el objetivo de aumentar tanto su cantidad como los beneficios económicos que obtenía, adulterando y cortando la droga antes de su distribución a terceros. Para ello, el sujeto disponía de un laboratorio que se localizó en el trastero de su vivienda ubicada en el barrio madrileño de Vallecas. Además, a través de un locutorio que frecuentaban, la pareja blanqueaba los beneficios económicos que obtenía.
Para el transporte de la sustancia, la organización adoptaba fuertes medidas de seguridad, llegando a utilizar como cobertura el embarazo de una mujer.
El Juzgado de Instrucción número uno de Quintanar de la Orden decretó ayer el ingreso en prisión de diez de los detenidos, quedando el resto en libertad con cargos.
