Desierto el II Certamen «Alfarero de Plata» de Villaseca de la Sagra
La segunda edición del certamen taurino «Alfarero de Plata» celebrada el pasado sábado en Villaseca de la Sagra quedó con el premio desierto. Así lo estimó el jurado de tal evento tras un recuento de votos que quedó de la siguiente manera: Desierto, seis votos; Rafael González, 5 votos, mientras que Juan Carlos Berrocal consiguió dos e Ignacio Olmos , uno. En forma de resumen, se podría decir que los novillos estuvieron por encima de estos jóvenes novilleros.
Gran ambiente en los tendidos para presenciar esta gran final de aspirantes a matadores de toros a la que llegaron tras unos tentaderos previos con 25 novilleros en acción. Los seis novilleros de la final y sus premios fueron: Jaime Rodríguez (El Espinar, Segovia), una oreja; Jorge Isiegas (Madrid), ovación; Adriñan Velasco (Elche, Alicante), silencio; Juan Carlos Berrocal (Valencia de Alcántara, Cáceres); Ignacio Olmos (Urda, Toledo) y Rafael González (Griñón, Madrid).
Hay que destacar que el novillo «Sastrerito» lidiado en tercer lugar fue premiado con una vuelta al ruedo. En general, la corrida presentada por la ganadería yebenosa de El Ventorrillo fue brava y encastada, muy bien presentada, tal como se exige en la plaza de toros de Villaseca de la Sagra.
El jurado elegido al efecto para designar al ganador estaba compuesto por profesionales del mundo del toro, periodistas taurinos, miembros de asociaciones taurinas y de la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España.
Futuros toreros
Este certamen de carácter supone una firme apuesta de Ayuntamiento de Villaseca en favor de la difusión y promoción de la tauromaquia. El «Alfarero de Plata» nació a raíz de los buenos resultados del «Alfarero de Oro» para novilleros con picadores.
Desde la localidad sagreña confían en las posibilidades de los que empiezan, y por ello a través de estos certámenes se les ofrece la oportunidad de demostrar sus cualidades. Al finalizar el festejo saltó al ruedo un «espontáneo» muy especial, un niño de cinco años que con una muleta simuló una faena y hasta dio la vuelta al ruedo.