«Fue un mal día y por una tontería de nada he complicado la vida a todo el mundo»

El acusado por el crimen de La Puebla de Almoradiel declara: «Me sorprendió que le hubiera matado»

«Fue un mal día y por una tontería de nada he complicado la vida a todo el mundo» luna revenga

M. MORENO/ J. A. PÉREZ

Jorge Novillo Díaz-Maroto, de 27 años , acusado de matar en La Puebla de Almoradiel con un taburete de metal de casi cuatro kilos a Juan Carlos Leo Arellano, de 34 años, dijo este lunes que la noche del 27 de octubre de 2013 «fue un mal día» en el que « por una tontería de nada he complicado la vida a todo el mundo».

Jorge, que está en prisión desde que fue detenido por la Guardia Civil horas después del incidente, explicó que no esperaba que Juan Carlos falleciese un mes y medio más tarde (el 7 de diciembre de 2013) por una hemorragia craneal , causada por la brutal agresión con el taburete que le reventó la cabeza. «Me sorprendió mucho que lo matase porque creía que no estaba tan grave» , dijo el único acusado del crimen en el inicio del juicio con jurado que este lunes arrancó en la Audiencia Provincial de Toledo.

En otro momento de su testimonio, aseguró: «Pensé que no le había hecho nada». Afirmó que estaba tan convencido de ello que, tras la agresión, «me fui a casa tranquilamente, entré en mi habitación y me acosté» . A la mañana siguiente, llamó a un amigo para irse a «tomar unas cañas» a La Villa de Don Fadrique, donde sería detenido por la tarde por la Guardia Civil cuando huía.

Jorge se mostró muy frío en su declaración en la sala, donde dos ventiladores intentaban bajar la temperatura ambiente. Comenzó diciendo que no recordaba los hechos , aunque, a medida que avanzó el incisivo interrogatorio del fiscal, Juan Luis Ortega, el procesado fue añadiendo datos a su inconexo testimonio . Sí recordó ir hasta las trancas de drogas y alcohol (lo cual corrobaron este lunes sus amigos Jorge Torresano y Sergio Extremera) cuando llegó al pub «El Cristo» , donde sucedió la agresión sobre las 5.30 horas.

El teléfono móvil

Antes del fatal suceso, el fallecido y Jorge Torresano, amigo del inculpado, habían tenido una «pequeña discusión», que empezó cuando a Juan Carlos se le cayó el móvil y varios amigos de Jorge se rieron. Según Felipe Barros, amigo de Juan Carlos, el inculpado «llegó después» y «no sabía lo que pasaba». Total, convinieron este lunestodos los que presenciaron aquel berrinche que tanto Juan Carlos como Felipe se retiraron a una mesa con sus parejas y enseguida quedó resuelto el incidente.

O eso parecía, porque Quintina Palomino, novia desde hace 15 años del fallecido y que en el momento del suceso se estaba sometiendo a un tratamiento de fertilidad para tener hijos, observó cómo Jorge Novillo hacía «gestos» a la mesa donde ellos se encontraban . Algo que la tuvo «intranquila» hasta que, «diez o quince minutos» después, el acusado levantó el taburete con las dos manos (Jorge Novillo dijo que la alzó con una) y le asestó el golpe mortal a Juan Carlos, que no lo vio venir, ya que se encontraba de espaldas. «El sonido del impacto fue un martillazo», dijo ayer su amigo Felipe, quien justo después de la agresión, oyó decir al procesado: «¡Hala, ya está, arreglado!» . Juan Carlos «cayó redondo al suelo», según la testigo Almudena Gómez, quien vio al acusado, un tipo fornido de 1,70 metros, tirar el taburete y salir huyendo del pub.

Jorge Novillo habló en la sala con cierto desdén de Juan Carlos, que medía casi dos metros y pesaba más de 100 kilos. «No recuerdo ni su cara», dijo quien en 2009 había sido condenado a dos años de cárcel por agredir a un hombre de 70 años con una cadena «pitón» . Por aquello pasó once meses en prisión provisional, salió a la calle y la pena quedó suspendida solo 40 días antes del ataque a Juan Carlos.

Este lunes, el encartado afirmó que reaccionó así porque se sintió «acorralado» por la víctima. «¿Por qué no le pegó un puñetazo?», preguntó el representante del Ministerio Público. «Porque es un cobarde» , dijo en voz baja un hombre entre el público.

Tras la agresión a Juan Carlos, Jorge fue detenido por la tarde en La Villa de Don Fadriqu e cuando intentaba huir de los agentes de la Guardia Civil que rodeaban la casa en la que se había escondido. Según el acusado, los agentes le apuntaron con una pistola. Afirmación que desmintió un guardia que le redujo. «No se sacó ningún arma». Este agente detalló que antes de la detención habló por teléfono con Jorge y este le dijo: «Si me entrego, no voy a volver a ver la luz del sol».

Un testigo nervioso

Para Jorge, la Fiscalía pide 24 años de prisión: 20 por el asesinato de Juan Carlos y otros cuatro por hacer una brecha en la frente a Javier Vaquero, a quien le dieron «siete u ocho puntos» de sutura (le golpeó el taburete en el momento en el que Jorge lo levantó para estampárselo en la cabeza a Juan Carlos). Javier declaró este lunes visiblemente nervioso que no quería recibir una indemnización. El fiscal le acusó de contradecirse con la primera versión que dio, diez días después de la agresión, ya que entonces aseguró que Jorge «no había ingerido alcohol» y ayer dijo que sí.

Ni siquiera su abogado, Álvaro Sánchez de la Morena, duda de la culpabilidad de su patrocinado en la muerte del ingeniero de comunicaciones. La duda estriba en si Jorge será condenado por homicidio o por asesinato (en el primer caso, se trataría de una imprudencia; en el segundo, de un acto con alevosía y premeditación, lo cual incrementaría los años de prisión). Gloria Arellano, madre del fallecido, tiene muy clara una cosa: «¿Qué voy a pedir? Justicia, que lo que le pongan lo cumpla», declaró emocionada.

«Fue un mal día y por una tontería de nada he complicado la vida a todo el mundo»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación