Los niños toman el poder
A Pablo le tiene un poco mosca que se estén haciendo parques para los niños más pequeños (hasta los cinco años, precisó) y se les estén quitando a los mayores. «Y encima sin contar con nosotros», le dijo ayer a Milagros Tolón, alcaldesa de Toledo, quien tomó nota. «Lo apuntamos», le dijo a Pablo. Fue a media tarde, en el patio del Ayuntamiento, durante la constitución del Consejo Infantil y Adolescente de Toledo. La petición de Pablo es, precisamente, lo que busca el Consejo: implicar a los niños en las decisiones municipales, pedirles consulta. «¿Por qué los niños no pueden ser parte de las decisiones?», preguntó Javier Mateo, concejal de Servicios Sociales, al respetable.
El Consejo Infantil y Adolescente de Toledo está formado por 54 «consejeros» de entre seis y 16 años, que representan a 14 colegios y cuatro institutos de la ciudad. Los niños han sido elegidos por sus propios compañeros en los centros educativos y Paideia (la Asociación para la Integración del Menor) ha hecho de enlace con el Ayuntamiento.
Ayer fue la presentación del Consejo, con 24 representantes de 4º y 5º de Primaria y 1º y 2º de la ESO, aunque este no empezará a funcionar hasta septiembre. A partir de entonces habrá una reunión al mes, se trabajará por grupos de edad y la idea es que sea «un órgano en el que se pueda escuchar».
La creación de este Consejo arrancó en febrero cuando el Pleno aprobó por unanimidad que Toledo se convirtiera en «Ciudad Amiga de la Infancia», una iniciativa de Unicef que busca que «los niños sean tenidos en cuenta como ciudadanos de pleno derecho». José María Calvo Cirujano, presidente de Unicef en Castilla-La Mancha, animó a los pequeños a «pensar en cosas imposibles, y hacerlas». «Os animo a que no os cortéis a la hora de participar», insistió la alcaldesa.