Reencuentros y cambios de despachos en Gilitos

La sesión de constitución de las nuevas Cortes en el día de ayer fue una mañana de viejos encuentros. Algo lógico si se tiene en cuenta que lo que se ha producido es otro cambio de gobierno, aunque esta vez con un acompañante con influencia decisiva como es Podemos, cuyos dos diputados pusieron una nota diferente, estética incluida, a la de otras veces.

Se puede decir que los papeles estaban cambiados: en retirada los que durante cuatro año de mayoría tuvieron el protagonismo, mientras que muchas caras -sonrientes- de años atrás volvieron a reencontrarse en los pasillos del antiguo convento de Gilitos. Fue un día de salir de los despachos más importantes -el PP- para que otros los ocuparan -el PSOE-. Cosas naturales de la política.

También llamaba la atención, aunque trataban de disimularlo, la actitud de los seguidores y miembros de Podemos. Era como el primer día cuando se llega a la facultad, que ni te enteras ni sabes dónde estás. Pero es solo una cuestión de tiempo y de hábito.

Por lo demás, la tribuna de invitados estuvo ocupada, como es habitual, por los responsables de las diferentes instituciones y organismos regionales y locales. Ante todo respeto y buenas formas.

Por lo demás, la legislatura empezó como acabó la anterior, con protesta en la calle. De nuevo centenar de trabajadores de las empresas Elcogas y Encasur de Puertollano (Ciudad Real) se concentraron en las inmediaciones de las Cortes para pedir al futuro gobierno castellanomanchego el mismo compromiso que el que ha mostrado el de Castilla y León en apoyo de la minería. Una imagen que a buen seguro volverá a repetirse durante los próxinmos años.