CSI.F pide retrasar la puesta en marcha del «Mambrino XXI»
El sindicato CSI.F ha solicitado a Crsitina Granados, directora gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, y a las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha que «den más tiempo para la puesta en marcha del sistema de información y gestión sanitaria «Mambrino XXI», prevista para el próximo domingo.
Dice el sindicato CSI.F en un comunicado que entre los trabajadores hay «preocupación y rechazo generalizado» a la forma personal en que Granados «quiere poner en funcionamiento el nuevo programa de información y gestión sanitaria».
Los trabajadores afectados, fundamentalmente médicos, enfermeros y auxiliares administrativos, «han manifestado sus quejas por la forma en que se les quiere imponer la puesta en marcha de este nuevo sistema de información y gestión sanitaria y el escaso tiempo que han tenido para poder conocer cómo funciona este nuevo sistema».
Su principal preocupación «es la repercusión que pueda tener esta escasa preparación en la asistencia sanitaria de los ciudadanos y en el normal funcionamiento hospitalario».
La planificación, desarrollo y puesta en marcha del sistema de información y gestión sanitaria Mambrino XXI «no habría contado con la necesaria e imprescindible supervisión y dirección técnica por parte de personal facultativo cualificado en gestión sanitaria especializada», añaden.
Los trabajadores insisten en que la formación ha sido «insuficiente, se ha realizado sobre un entorno de pruebas Complejo Hospitalario de Toledo y escasamente parecido al entorno real y a como va a ser el día del arranque, sin posibilidad de prácticas reales ni definitivas, por lo que no se sienten preparados para afrontar con garantías el cambio de sistema».
También manifiestan su preocupación «por la posible pérdida de información clínica y por los errores que se pueden producir en la gestión de las tareas más cotidianas».
Por otro lado, CSI.F señala que al no haberse planificado las agendas de consulta esto podría conllevar que gran parte de las mismas se tengan que realizar en papel, «teniendo después que digitalizarlas, lo que conllevará un sobrecoste económico, posible pérdida de información clínica y volver a los tiempos del papel cuando en la actualidad se cuenta con un sistema de información y gestión sanitaria que es aceptado por todos los trabajadores sin riesgos añadidos potencialmente evitables y sin demoras ni retrasos innecesarios».