ENTREVISTAFernando CabanesAlcalde de Illescas

«Tengo clavada una estaca muy grande con el tema del viejo cementerio»

El regidor hace balance de los últimos cuatro años al frente de la alcaldía de Illescas y habla de las elecciones municipales del 24 de mayo

E. BUSTOS

Tras cuatro años de mandato, Fernando Cabanes cierra legislatura. Reconoce que le hubiese gustado haber podido hacer más por los vecinos pero la situación económica heredada le impidió seguir adelante, sin antes hacer frente a la deuda. Ahora, afronta las próximas elecciones con las ganas de que aún queda mucho por hacer.

—Mayo 2011. Usted toma las riendas de la alcaldía de Illescas. Panorama: más de 8 millones de deuda, el Ayuntamiento pagaba a más de 200 días, a lo que se sumaba una deuda de la Junta de Comunidades de más de 3,7 millones de euros. Cuatro años más tarde, ¿cómo se encuentra esta situación?

—De aquellos más de 8 millones de deuda pasamos a tener ahora 2 millones. De pagar a proveedores a más de 200 días, hemos pasado a pagarlos a 25,5 días. Y de tener la Junta una deuda con nosotros de 3,7 millones, a poner el contador a cero. A esto hay que añadir que estamos asumiendo perfectamente los compromisos adquiridos desde entonces. Por lo tanto, la situación está completamente dada la vuelta y esto nos ha permitido también realizar nuevas inversiones con financiación ajena bancaria, debido a que los municipios como el nuestro ahora ven que los bancos están deseando trabajar con ellos.

—En reiteradas ocasiones, ha comentado que una de sus principales preocupaciones es el paro. ¿Qué medidas han adoptado para combatir esta lacra?

—Cuando nosotros llegamos al Ayuntamiento había cerca de 2.500 parados. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: es un coche que va cuesta abajo, sin frenos y el cambio de conductor no significa una parada inmediata, pero el nuevo conductor intenta poner los medios necesarios para que el coche, frene aunque suele frenar más abajo. Y así fue. En marzo del año pasado, llegamos hasta los 3.180 desempleados y ahí frenamos el coche. Desde entonces, la cifra se ha reducido hasta los 2.786, siendo una situación bastante mejor al ver que se va remontando el empleo en Illescas.

—¿Qué medidas han adoptado para reducir esta cifra?

—Dos fundamentales. Por un lado, aprobamos una ordenanza fiscal para bonificar los impuestos de nueva implantación de empresas, es decir, las licencias de actividad para todas aquellas empresas que generaran empleo. Una bonificación que dependía en función del empleo que se creara. Por tanto, el objetivo era facilitarles su implantación en Illescas al sufrir menos costes administrativos.

También intentamos agilizar las licencias para que las empresas se instalaran más rápido. Con respecto a este punto, no creo que hayamos alcanzado el ritmo adecuado porque la adquisición de licencias se ve influenciada por la situación urbanística de muchas zonas del Ayuntamiento, pero debo de decir que progresamos adecuadamente.

Y, por último, intervimos de forma inmediata porque había una situación vergonzosa que se daba en este ayuntamiento. Los planes de empleo que había concedido la Junta del anterior Gobierno socialista se utilizaban para cubrir puestos necesarios. Es decir, no era una ayuda para cubrir empleos de apoyo sino empleos reales. Se estaban cubriendo puestos de barrenderos, de limpiadores de edificios y de cuidado de mayores que eran necesarios. ¿Cuál fue el problema? Que al desaparecer esos planes nosotros nos encontramos con que no cubrimos los puestos necesarios, por lo que nosotros tuvimos que generar los planes, lo que denominamos Plan de Cobertura de los Servicios Municipales Básicos. Estos planes fueron destinados para cubrir puestos de limpieza vial, ayuda a domicilio, conciliación de la vida laboral y familiar, limpieza de edificios y mantenimiento de calles y jardines. En este aspecto, nosotros nos hemos gastado más de tres millones de euros para creación de empleo directo, hemos permitido y vamos a seguir permitiendo que participen 450 desempleados con contratos a seis meses y cobren el salario base de 847 euros. De ese total, ahora acabamos de cerrar la bolsa con 150 personas.

En definitiva, hemos hecho un esfuerzo importante para que las empresas lleguen a Illescas y generen empleo; un esfuerzo dando oportunidades a los desempleados de Illescas para que puedan trabajar al mismo tiempo que cubren las necesidades básicas para dar un mejor servicio a los vecinos. Además, hemos hecho un esfuerzo importante para mantener el empleo que había en el Ayuntamiento cuando llegamos en 2011.

—También ha anunciado la llegada de una nueva empresa que generará más puestos de trabajo…

—Se trata de una empresa del mundo automovilístico, pero están en negociaciones. A mí no me gusta vender proyectos que no son firmes, porque no tenemos los datos reales encima de la mesa. Hace cuatro años, a los illescanos se nos vendió la llegada de Toyota a Illescas y la enorme generación de empleo que iba a generar en nuestro municipio. Toyota llegó y el trabajo se quedó en el camino. Por tanto, a mí esas ventas de proyectos sin realidades no me gustan, yo prefiero vender realidades y ahora mismo eso es un proyecto en el que están trabajando empresarios de Illescas que, por supuesto, contarán con el apoyo del Ayuntamiento para que esa multinacional pueda venir a Illescas y generar empleo. Pero, de momento, solo es un proyecto y no una realidad.

—Lo que sí es una realidad son las recientes «bodas de plata» de Airbus. ¿Qué ha supuesto la instalación de esta multinacional para Illescas?

—Pues ha servido para colocar a Illescas en el mapa de una industria tan importante como la aeronáutica. Es algo que hay que agradecer a los visionarios que hace 25 años decidieron implantar en el municipio un pequeño taller con 30 personas y que se dedicaban a la fabricación mecanizada y robotizada de componentes aeronáuticos de un material tan desconocido como era antes, la fibra de carbono y los materiales compuestos. Eso ha hecho que aquellos 30 visionarios hoy estén fabricando la pieza de carbono más grande que se fabrica en el mundo, y esto ocurre en Illescas: el revestimiento inferior del ala del Airbus 350. La presencia de Airbus conlleva que otras empresas hayan acudido a Illescas y hayan generado nuevos puestos de trabajo. Esto ha supuesto más tejido industrial y ahora nos tiene que generar una nueva oportunidad para que trabajemos conjuntamente con la Junta de Comunidades y que nuestros jóvenes puedan recibir en Illescas la formación necesaria para ocupar esos puestos de trabajo cualificados. Esa es una pata del banco que nos falta por cubrir. El Ayuntamiento ya tiene el terreno disponible en el parque tecnológico, solo nos falta que alguien tenga dinero para levantar el edificio del centro de formación.

—Otro de los temas que después de nueve años sigue dando que hablar es la reapertura del antiguo cementerio. Recientemente, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se comprometió en un acto público a resolver este problema. ¿Cómo van las negociaciones?

—El tema del cementerio es un asunto en el que llevamos trabajando hace cuatro años. No es un tema ideológico y tampoco político, es un tema de sentimientos que afecta a familias de uno y otro color. Y a un grupo de personas en Illescas a los que hay que tener mucho respecto, que son nuestros mayores. Fue un error que cometió, de forma precipitada y por cabezonería, el anterior Gobierno socialista y que provocó mucho dolor. Creemos que hay que arreglarlo legalmente. Llevamos desde 2011 intentándolo solucionar, cinco años después de haberse producido, por lo que muchos plazos de recurso se han pasado. Ahora estamos viendo una posible solución con la presidenta de Castilla-La Mancha y ella se ha comprometido a verlo con buenos ojos. Estoy seguro de que su compromiso es arreglarlo legalmente, porque además un arreglo por la via ilegal sería una solución puntual y que no solucionaría nada.

Desde nuestro punto de vista, no llegó a clausurarse. Existen sentencias que dicen que en un cementerio clausurado no se permiten enterramientos, pero no hay ningún juicio donde hayan entrado en el hecho de fondo de que estuviese clausurado, sino que como el alcalde dice que no te puedes enterrar en un cementerio clausurado. El alcalde no puede ir contra la ley porque, en efecto, en un cementerio clausurado no te puedes enterrar, pero es que nadie ha ido a ver si ese cementerio está clausurado, si el procedimiento de la clausura está completado o no.

—Entonces, ¿son optimistas?

—Yo seré optimista al día siguiente de permitirse el primer enterramiento. No me gusta dar fechas ni engañar a la gente, y más en un tema tan profundo.

Balance de legislatura

—¿Qué balance hace de estos cuatro años de legislatura?

—Tengo clavada una estaca muy grande con el tema del viejo cementerio. Tengo que reconocer que no era la base de nuestro programa, pero afecta tanto a los sentimientos de nuestros mayores que nos hubiera gustado hacer más cosas por ellos. También nos hubiese gustado hacer más y no haber tenido que pagar tanto dinero por aquello que había construido el anterior Gobierno. Eso sí, ahora pondré una placa en el Ayuntamiento que ponga: «Este Ayuntamiento se pagó siendo alcalde de Illescas Fernando Cabanes».

Además, siempre te queda la espina clavada de que nos queda mucho por hacer. Nosotros seguimos teniendo 2.786 parados y a mí lo que me importa es que detrás de esa cifra hay historias de personas. Por tanto, no puedes salir contento con esa cifra.

También tengo que destacar que hemos hecho un esfuerzo notable para que muchos desamparados tengan una situación más tranquila. El presupuesto de 2011 para situaciones de emergencia era de 6.000 euros con 2.500 parados. Ahora hay una partida de 150.000 euros anuales con los que

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