ALFILERITOS

CORRECAMINOS

JOSÉ PONOS

Cuando se inicia una campaña electoral, los candidatos para alzarse con el triunfo comienzan un itinerario por la geografía urbana, autonómica y nacional donde tienen puesto el objetivo de sus ilusiones. Tomando como ejemplo a María Dolores de Cospedal y a Emiliano García-Page, que luchan por alcanzar la Presidencia de la región castellano-manchega, nos encontramos con dos especies de «correcaminos» que, un día sí y otro también, mueven sus personalidades políticas por los territorios de Don Quijote para acercarse a los votantes, en presencia física, con el fin de exponerles su programa de actuación en caso de ser elegidos.

Y para ellos el descanso habitual de otros momentos hay que darlo por perdido, ya que el coche oficial espera a primeras horas de la mañana para trasladarle de una localidad a otra, kilómetro tras kilómetro, en donde entablar contacto con militantes y simpatizantes para exponer ideas y propuestas que sean bien aceptadas por propios y extraños.

El agotamiento físico se hace notar, pero la sonrisa ante el micrófono debe alcanzar principal protagonismo; también el cansancio de rutas sobredimensionadas se hacen presentes, pero se disimula aunque cueste lo suyo. Y mañana volver a lo mismo, en diferentes poblaciones para que la campaña despegue con el protagonista principal que todos quieren ver, escuchar y saludar. Y Castilla-La Mancha es amplia en su extensión y compleja en rutas sobre un mapa con altibajos donde el automóvil traga combustible a marchas forzadas. Lo que aumenta aún más en el caso de María Dolores de Cospedal, quien como secretaria nacional que también es de su partido debe tomar aviones y vagones de alta velocidad para acercarse a otras capitales que rebasan nuestra autonomía para respaldar a candidatos autonómicos que luchan por la victoria.

Demasiado movimiento, no dormir lo aconsejado, encuentros fuera de los ambientes hogareños y demás inconvenientes que se aceptan por la bonanza vocacional que anima estos desplazamientos, que dejan su huella.

Pero al menos, durante la duración de esta campaña, hay que apuntalar las fuerzas físicas e intelectuales para no desanimar a los espectadores y convencerles de que con ellos las cosas serán mejores y conviene votarles por el bien de todos.

CORRECAMINOS

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación