OPINIÓN
LA BIBLIOTECA DE URDA
Al igual que sucede con la vida y con las bicicletas, la biblioteca de Urda permanece en movimiento para mantener el equilibrio. Aparte de sus momentos de lectura y trabajos en silencio y recogimiento, Mariví Sánchez y Rocío Romero pedalean a diario para que su tándem bibliotecario siga caminando a buen ritmo. Ni los recientes terremotos en la zona se han movido tanto.
Son muchas las actividades que la biblioteca de Urda lleva a cabo desde hace años y que se han convertido en un referente para otros centros de la provincia de Toledo: encuentros literarios, viajes, Cuentacuentos, actos solidarios, presentaciones de libros… Su Club de Lectura viajó el pasado sábado, 11 de abril hasta Ávila, junto a otros lectores pertenecientes a la asociación El libro de los clubes. El martes día 14 contaron con la presencia de la profesora y poeta Mariantonia Ricas. Empezó como mejor sabe, recitando; continuó con la proyección de fotos antiguas y notas biográficas para acercarnos a la figura de Federico García Lorca. El colofón lo puso una lejana melodía: Los cuatro muleros. Al piano, el mismísimo Lorca acompañado de la voz de su amiga Encarnación López, «La argentinita». La emoción y los vellos de punta se notaron entre los asistentes. Sirvió como avance de la Ruta Literaria que tendrá lugar en Urda mañana 23 de abril. Para celebrar el día del Libro, habrá un homenaje al poeta granadino en el museo del gran pintor local Guerrero Malagón. Tras la visita de Mariantonia, el miércoles 15 comenzó un ciclo de talleres sobre El Quijote. En esta ocasión impartidos por otro gran profesor y poeta: Antonio Illán. Lo que en un principio parecía una de esas clases magistrales serias y aptas sólo para expertos, resultó ser una charla amena y sin ganas de acabarse. La idea principal del profesor, una de las muchas lecturas que ofrece la novela, se basa en la amistad entre los dos protagonistas: el Quijote y Sancho Panza. Una relación de respeto y de continuo aprendizaje adquirido por el roce, por ese caminar juntos en busca de aventuras. No sólo habló aquella tarde, también leyó e interpretó fragmentos de la obra. Consiguió en hora y media que los presentes en la biblioteca desearan leer El Quijote con entusiasmo y no con miedo o dificultad.
Aún quedan tres citas quijotescas en los próximos miércoles, también con Antonio Illán; la mencionada Ruta Literaria, en El día del Libro; Cuentacuentos, para niños y no tan niños; la visita de los escritores Javier Moro y Lorenzo Silva, con sus últimas publicaciones y muchas «réplicas» más. ¡La biblioteca de Urda no para de moverse!