En Santa Leocadia
Hoy comienzan los «reviernes» del Santísimo Cristo de la Vega
En la antiquísima basílica de Santa Leocadia, hoy viernes, a las 19,00 horas, comienzan los tradicionales y ancestrales «reviernes» que en honor del Santísimo Cristo de la Vega se celebraran los viernes comprendidos entre el Domingo de Resurrección y el de Pentecostés, para recordar las siete palabras que el Hijo de Dios pronunció en la cruz redentora. Están organizados por el cabildo primado y la hermandad del Santísimo Cristo de la Vega. Cada viernes un canónigo primado oficiará la eucaristía y pronunciará la homilía sobre la palabra correspondiente.
La celebración de los «reviernes» en antiquísima, pues a principios del siglo XVII, los escritores Francisco de Pisa y Salazar de Mendoza hacían alusión a ellos. En 1668 se fundieron medallas con la imagen del Santísimo Cristo, que se vendían durante los días de los «reviernes».
Destruidas la imagen y la basílica por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia, los «reviernes» dejaron de oficiarse. Reconstruida la basílica y esculpida una nueva imagen, el 14 de septiembre, eran bendecidas, por lo que los «reviernes» volvieron a oficiarse con la solemnidad de antaño, diciéndose misas desde las 6,30 horas a las 10,00 horas, siendo la de las 8,30 horas cantada y durante la cual se rezaba el rosario, un canónigo predicaba el sermón y se leía el septenario.
Durante los primeros veinte años del siglo XX, los «reviernes» perdieron vigor hasta que en 1929 se funda la cofradía del Santísimo Cristo de la Vega y se vuelven a celebrar con fuerza y, además, con la asistencia de muchos años.
Durante la Guerra Civil, las tropas republicanas partieron en trozos la imagen del famoso Cristo, que fue restaurada por Bienvenido Villaverde, por lo que los «reviernes» de los 1937, 1938 y los dos primeros de 1939 no se celebraron. El 30 de abril de 1939 la imagen, en procesión solemne, bajó por la puerta del Cambrón a su basílica. Desde hace unos treinta años los «reviernes» han logrado la solemnidad y asistencia de fieles de tiempos pasados.