Cuatro procesiones convertirán el Cerro en un Calvario
En uno de los jueves que todavía relumbra más que el sol, el Jueves Santo, la Iglesia Católica conmemora la última cena que Jesucristo celebró con sus apóstoles cuando instituyó el sacramento de la Eucaristía, el sacerdocio católico y el mandato nuevo, es decir la caridad fraterna.
A las 18.00 horas de hoy en la catedral, el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, concelebrará con miembros del Cabildo catedralicio la Misa de la Cena del Señor, durante la que lavará los pies a doce personas elegidas de algún centro benéfico de la ciudad, como recuerdo del que el Redentor del mundo celebró en la última cena con sus apóstoles.
Después de la Eucaristía, el Santísimo Sacramento, en procesión solemne, será trasladado a la capilla de San Pedro donde se ha instalado el monumento, que guardará el Cuerpo de Cristo hasta la tarde de mañana, Viernes Santo. A las 23.00 horas, el canónigo primado, Miguel Sánchez, hará las meditaciones de la hora santa ante el monumento.
A las 21.00 horas partirá de la catedral la procesión, que organiza desde 1953 la cofradía de la Nuestra Señora del Amparo. Desfilarán cinco imágenes de distintas parroquias: la Oración en el Huerto, Cristo amarrado a la columna; Jesús Nazareno; Santísimo Cristo de la Agonía y Nuestra Señora del Amparo. El itinerario que realizará será: Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Hombre de Palo, Comercio, plaza de Zocodover, cuesta del Alcázar, plazas de Horno de los Bizcochos y Magdalena, Tornerías, plaza Mayor, Sixto Ramón Parro y Cardenal Cisneros para entrar en el templo primado por la puerta Llana.
Viernes Santo
Las tres procesiones que desfilarán en la madrugada del Viernes Santo constituirán un profundo sentimiento de religiosidad, devoción, meditación, sacrificio y penitencia arraigados en las almas toledanas con fuerza de siglos. Las calles que recorrerán son el marco soberano que ofrece la Ciudad Imperial, tan recoleta, con su colaborador silencio y sus retorcidas y angostas calles, y cobertizos silenciosos para estos desfiles penitenciales.
A los acordes del Himno Nacional, interpretados por la banda de cornetas y tambores de su cofradía en el primer minuto del Viernes Santo, por la puerta Llana saldrá de la catedral el Santísimo Cristo de la Vega, que continuará por Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, donde enfrente de la puerta del Perdón de la catedral el coro del Seminario Mayor, dirigido por el maestro de capilla catedralicio que cantará un motete, seguirá por Arco de Palacio, Hombre de Palo, Comercio, cuesta de Belén, Plata, bajada de Carmelitas, cobertizo y plaza de Santo Domingo el Real, donde en una ceremonia que data del 2002 los Caballeros del Capítulo de Cristo Redentor le cantarán el salmo del Miserere, tomará la calles Buzones y Real, puerta del Cambrón y bajara por el zig-zag, aquí los 28 costaleros que portan las andas, con un peso de 800 kilos tendrán que hacer un gran esfuerzo en la cerradas curvas de la bajada. Entrará en su antiquísima después de cerca de cuatro horas de haber salido.
A las 3.00 horas, del monasterio de Santo Domingo el Antiguo, partirá la llamada procesión del Silencio, con el Santísimo Cristo de la Expiración, portado en sencillas andas por su cofrades que a lo largo del recorrido rezarán, entre un profundo y sobrecogedor silencio, las estaciones del Vía Crucis, por plaza de Santo Domingo el Antiguo, San Ildefonso, plaza de las Capuchinas, Aljibes, plaza de Santo Domingo el Real, con canto del Miserere a cargo de los Caballeros Penitentes de Cristo Redentor, cobertizo de Santo Domingo el Real, cuesta de los Carmelitas, plaza de San Vicente, Plata, cuesta de Belén, Comercio, Hombre de Palo, Nuncio Viejo, Navarro Ledesma, Tendillas, San Ildefonso, para entrar en su sede canónica con las primeras luces del día.
De madrugada
En emotiva, sencilla, piadosa, con cánticos sacros y rezo de estaciones del Vía Crucis, saldrá, a las 6.30 horas de la iglesia de Santiago el Mayor o del Arrabal, la procesión del Santo Encuentro, con las imágenes de Jesús Nazareno y Santísima Madre de la Soledad, portadas en andas por cofrades de ambos sexos. Por diferentes caminos las imágenes llegarán a la puerta Nueva, donde se encontraran la Madre y el Hijo. Después juntos por Honda, Trinitarios, Cardenal Tavera y puerta Bisagra entrarán a su sede canónica.