ALFILERITOS
CADA CUAL A LO SUYO
El portavoz del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Cañizares, señala que los resultados de las elecciones andaluzas con la victoria del PSOE «son difícilmente extrapolables» en cuanto a las futuras elecciones municipales, autonómicas y generales se refiere. Y lo dice convencido a pesar del descalabro que han sufrido las siglas conservadoras de Despeñaperros para abajo. Pero los más críticos se preguntan: ¿Si hubieran ganado los populares en Andalucía ya serían extrapolables estos resultados? Con seguridad, la respuesta del señor Cañizares sería positiva, con lo cual queda demostrado que en cuestiones políticas cada cual va a lo suyo, pase lo que pase.
Por su parte, el portavoz socialista en el Palacio de San Gil, José Luis Martínez Guijarro, está convencido de que los resultados de las elecciones andaluzas «se reproducirán en nuestra región en los comicios de mayo», ya que «los aires suelen venir desde el sur y eso va a ocurrir en Castilla-La Mancha». En esta ocasión, el señor Martínez Guijarro es aficionado a la meteorología y cuando llega la hora eso tan solo tiene beneficios para su partido. Una vez más, cada cual analiza el resultado de las urnas según le interesa para su devenir político.
Ahora, también dicen desde la calle Génova que el candidato del PP en las elecciones andaluzas Juanma Moreno lo ha hecho muy bien y su personalidad nada ha tenido que ver con el patinazo electoral; posiblemente, para defender este nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría que le fue impuesto a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que no encontraba en el candidato el tirón adecuado de un cabeza de lista sobresaliente. Luego Cospedal tenía razón, a pesar de los pesares. Por cierto, la imagen tiene mucho que ver en la convocatoria de las urnas si tenemos en cuenta la de Albert Rivera, que es nuevo en estas lides y aún así ha logrado nueve escaños en Andalucía; y eso que llega desde Cataluña sin haber pisado apenas el suelo donde se disputaba la campaña electoral.
Conviene, pues, que el PP incline la cabeza, se dé los correspondientes golpes de pecho por las pérdidas sufridas y se prepare para afianzar esfuerzos si pretende ser la opción mayoritaria en lo que se avecina. De vez en cuando, un gesto de humildad es conveniente para aceptar lo negativo de la política.