Pesar en Urda por el fallecimiento del obispo Antonio Dorado
La localidad toledana de Urda siente estos días el fallecimiento de uno de sus hijos más ilustres: Antonio Dorado Soto, obispo de Málaga, en cuya catedral fue enterrado ayer cuando tenía 83 años de edad.
Dorado nació en Urda el 18 de junio de 1931 y buena parte de su vida como sacerdote y obispo la dedicó a la defensa de la educación en valores de los jóvenes. Fue sacerdote durante 14 años y 44 de obispo, los últimos 15 en Málaga, aunque dejó su báculo en octubre de 2008.