Desarticulan una organización de tráfico de droga en Toledo, con 11 detenidos
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Toledo una organización dedicada al tráfico de cocaína. En la operación se ha incautado más de un kilogramo de esta droga y doce kilogramos de sustancia de corte, cuyo valor total en el mercado habría superado los 750.000 euros. El subdelegado del Gobierno en Toledo, José Julián Gregorio, explicó ayer en rueda de prensa que los agentes han arrestado a 11 personas, todas ellas en la capital, y se ha desmantelado un laboratorio de transformación de droga.
Asimismo, los agentes han requisado dinero en efectivo, teléfonos móviles y distintos útiles que la organización usaba en el laboratorio de droga. Gregorio destacó que el laboratorio en el que operaba el grupo era «completísimo» y que esta operación supone «un golpe muy importante al menudeo» en la capital. Asimismo, comentó que el jefe de la trama extendía su actividad hasta Valladolid, hasta donde se desplazaba regularmente para abastecer a pequeños traficantes. Según él, la operación policial en Toledo «está cerrada». Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una mujer, que supuestamente se dedicaba a la prostitución en su domicilio, vendía cocaína a sus clientes. Tras realizar las primeras pesquisas los agentes averiguaron que los proveedores eran dos varones de nacionalidad colombiana que residían en Toledo. Además, uno de ellos extendía su actividad hasta Valladolid, a donde se desplazaba regularmente para abastecer a pequeños traficantes.
También supieron que tenían una vivienda habilitada como laboratorio para la elaboración y distribución de la cocaína, donde adulteraban la droga con sustancias de corte para obtener una mayor cantidad y maximizar los beneficios. Además, usaban otro domicilio de la capital regional como «almacén» de los beneficios que obtenían con el tráfico de drogas.
Investigaciones posteriores determinaron que estos dos varones eran los cabecillas de una organización integrada por cinco personas. El subdelegado señaló también que el grupo «tenía la cartera de clientes de otras organizaciones que ya habían sido desarticuladas».