Los 101 terremotos desde 1755 con epicentro en la región que percibió la población

MANUEL MORENO

En la población albaceteña de Ossa de Montiel, donde el lunes se situó el epicentro de un terremoto con intensidad V sobre XII, ya fue el foco de otro seísmo de la misma intensidad el 10 de agosto de 1930. Así se recoge en el catálogo sísmico del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que desde 1755 ha registrado 101 terremotos con epicentro en Castilla-La Mancha y cuyos temblores percibió la población.

La fecha de partida es el 24 de agosto de 1755 en la localidad toledana de Mora, donde la tierra tembló ostensiblemente bajo los pies de sus vecinos sobre las cuatro de la madrugada. La intensidad alcanzó el grado V, el mismo que se percibió en Ossa de Montiel el lunes. No fue el único terremoto que percibieron los paisanos de Mora ese año. El IGN tiene constancia de que el 4 de octubre hubo otro movimiento sísmico con una intensidad menor, IV sobre XII.

Grado VI: levemente dañino

Según la escala de intensidad, un grado IV indica que el terremoto es sentido dentro de los edificios y solo muy pocas personas lo perciben en el exterior (lo que en la escala se denomina «Ampliamente observado»). En este caso, no hay daños y el nivel de vibración es moderado. Se siente un leve temblor o cimbreo del edificio, de la habitación, la cama o una silla. Hay golpeteo de vajillas, cristalerías, ventanas y puertas. Los objetos colgados oscilan y en algunos casos los muebles ligeros tiemblan visiblemente.

Sin embargo, cuando el grado es V, como se registró en Ossa de Montiel el lunes o en Mora en 1755, las personas sienten una fuerte sacudida o bamboleo de todo el edificio, la habitación o el mobiliario (en la escala se considera «Fuerte»). Algunas personas se asustan y corren al exterior, en tanto que los animales que se encuentren dentro de edificios pueden inquietarse. Los objetos colgados oscilan considerablemente, los objetos pequeños, inestables o mal apoyados pueden desplazarse o caer, mientras que las puertas y ventanas se abren o cierran de pronto. En algunos casos pueden romperse los cristales de las ventanas y los líquidos pueden derramarse de recipientes totalmente llenos.

En el grado VI (o «levemente dañino»), algunas personas pierden el equilibrio y los muebles se pueden desplazar, además de daños en edificios. Según los datos del IGN, los terremotos con epicentro en Castilla-La Mancha han llegado a este grado en cuatro ocasiones: Garaballa (Cuenca) el 19 de septiembre de 1919; Motilla del Palancar (Cuenca) el 3 de septiembre de 1929; Hoya-Gonzalo (Albacete) el 18 de junio de 1958 y Caudete (Albacete) el 14 de agosto de 1991. Esta última población es uno de los municipios de la región donde sus vecinos más terremotos han sentido. Tragacete, en Cuenca; Corral de Almaguer, Tembleque y El Romeral, en Toledo, y Arenas de San Gregorio, en Ciudad Real, completan el particular ránking.

Arenales tiene el récord con 11

Los cinco seísmos registrados en Tragacete en doce meses ya quedan muy lejos en el calendario, puesto que ocurrieron entre el 19 de enero de 1926 y el 27 de enero de 1927. Mucho más recientes son los cinco terremotos de Caudete entre el 14 de agosto de 1991 y el 3 de junio de 1992, aunque hubo algún otro fuera de ese intervalo. O los nueve en Tembleque entre el 14 de febrero de 2008 y el 9 de mayo del mismo año. Cinco hubo en Corral de Almaguer entre el 19 de enero y el 10 de febrero de 2006, mientras que en Arenales de San Gregorio se registraron once seísmos entre el 24 de agosto de 2007 y el 25 de enero de 2008. En El Romeral, fueron cinco los terremotos entre el 28 de febrero y el 5 de junio de 2008, además de otros tres entre el 18 de diciembre de 2010 y el 15 de enero de 2011.

«Crujió la casa»

En El Romeral, que se encuentra a seis kilómetros de Tembleque y 24 de Corral de Almaguer, todavía recuerdan el 28 de abril de 2008. «Sonaron los tabiques y crujieron las escructuras de la casa», describió entonces su alcalde, Fernando Díaz, a quien el temblor de intensidad IV le pilló en la cama a primera hora de la mañana. «Afortunadamente no ocurrió nada, pero empezamos la semana con un buen susto», añadió el edil del Romeral. Un municipio donde continuaron repitiéndose seísmos percibidos por la población entre el 18 de diciembre de 2010 y el 15 de enero de 2011.

El terremoto con epicentro en Castilla-La Mancha y registrado a mayor profundidad, 25 kilómetros, fue detectado en Masegoso (Albacete) el 9 de junio de 1986, con una intensidad IV-V. El de menor profundidad, dos kilómetros, se localizó en Caudete el 14 de agosto de 1991, lo que seguramente contribuyó a que su intensidad fuera de grado VI.

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