El Albacete entra en fase de liquidación judicial por su deuda
El presidente, José Miguel Garrido, ha pedido que se aplace la deuda de 1,4 millones
El Albacete Balompié ha solicitado a la Agencia Tributaria la liquidación del club, ya que los gestores no son «capaces» de hacer frente y encontrar una solución a las negociaciones de la deuda que tiene con Hacienda. Así lo indicó ayer su presidente, José Miguel Garrido, que aseguró que el club es «perfectamente viable» si se le permite renegociar la deuda con la Agencia Tributaria como ha hecho con otros acreedores de la entidad manchega.
«Hacienda tiene un mazo, una herramienta de asfixia que es el embargo. No queremos descuentos porque podemos hacer frente a las obligaciones», indicó Garrido, que solicita que se pueda aplazar la deuda, pagándola «ordenadamente», pues el problema de tesorería de la entidad deportiva no es «estructural sino coyuntural».
La decisión de pedir la liquidación del club implica que un administrador concursal, nombrado por el club, adquiera todo el poder ejecutivo del Albacete Balompié, dejando tanto al presidente como a su Consejo de Administración sin el mismo, y se encargue de evaluar la situación de la entidad, tras lo cual decidirá si liquidar finalmente el club o no.
Un proceso que Garrido dijo que puede durar «desde unos meses a varios años». El presidente criticó la «nula» voluntad de negociación de la Agencia Tributaria, personalizando su crítica hacia la directora del departamento de recaudación, Soledad García, y un alto funcionario del mismo departamento, Luis Sierra, que Garrido ha calificado como su «número dos».
El Albacete Balompié, que según su máximo responsable está «al corriente» de pago tanto a trabajadores como a la plantilla y el cuerpo técnico, ya pasó por un concurso de acreedores en 2010. La deuda con la Agencia Tributaria es de 1.418.000 euros, cantidad que se ha intentado aplazar y renegociar en varias ocasiones. «El Albacete Balompié no es un defraudador fiscal, no está en Bahamas, está aquí», aseguró el presidente Garrido, y dijo que «no quiere» que cese la actividad de la sociedad deportiva ya que «44 trabajadores» dependen de ella.
En el caso de una hipotética liquidación, uno de los escenarios que se abren es el de la subasta del club como unidad productiva. Entonces, la entidad podría comprarse al completo, en funcionamiento y manteniendo sus privilegios deportivos (jugadores, categoría) sin ningún tipo de deuda, según reza uno de los artículos de la Ley Concursal. Garrido quiso tranquilizar a la afición declarando que «mientras haya 5.000 personas que vengan a animar a su equipo los domingos al Carlos Belmonte, habrá fútbol en Albacete», por eso pidió que acudieran «el domingo a animar a sus jugadores».