CARTASAL DIRECTORLinchamiento
Tras el linchamiento verbal que he sufrido por familiares y amigos del alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, lo fácil sería responder a la carta de su hermano Sergio Gutiérrez en el mismo tono que él ha usado, pero no es mi intención. Quiero agradecer a vecinos, amigos, alcaldes y concejales de la mayoría de municipios, diputados provinciales y regionales, altos cargos de la de la Junta y del PP por sus muestras de afecto y apoyo.
Lamento que los periodistas que asistieron a mi rueda de prensa, cumpliendo su trabajo de manera eficiente y profesional, siendo testigos de que no hablé gratuitamente sino documentando todos mis argumentos, se hayan tenido que ver involucrados en esta vergonzosa mofa que Sergio Gutiérrez ha montado. Quizá a ustedes les haya sorprendido, pero nosotros estamos acostumbrados a sus insultos durante la celebración de los plenos, a soportar exabruptos que dicen muy poco de su talante democrático y de la talla moral de quien ha sido elegido de manera democrática para representar a los toledanos en Europa.
Mis compañeros y yo fuimos elegidos por una parte de la población de Escalona para velar por sus intereses y estamos muy satisfechos de la labor realizada. Sí, fuimos elegidos por una minoría, pero no por ello menos importante y tenemos el mismo derecho a opinar e incluso a discrepar sobre el funcionamiento y gestión del que también es su Ayuntamiento. Nosotros, como oposición, debemos fiscalizar el trabajo del equipo de Gobierno e intentar que se corrijan las malas actuaciones, así como proponer todo aquello que consideremos para mejorar la vida de los vecinos y lo hemos hecho y de manera reiterada y queremos que los ciudadanos conozcan las cargas que los vecinos de Escalona soportamos por la mala gestión de sus dirigentes. Es sabido que la forma de gestionar de los socialistas, y en concreto la del alcalde de mi pueblo, se basa en el derroche y despilfarro.
No quisiera terminar sin decir que no me arrepiento de haber hecho pública la mala gestión de Álvaro Gutiérrez, a pesar de haber tenido que soportar su intento de escarnio público a través de su hermano y de su entorno más próximo. Si esto ha servido para que alguien pueda darse cuenta de que «no es oro todo lo que reluce» me doy por satisfecha.
