«Los terroristas deben cumplir con las penas impuestas por la justicia»
Así lo afirmó Jesús Labrador en el homenaje al guardia civil asesinado por ETA
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, que participó ayer en el homenaje al guardia civil talaverano asesinado por ETA en el año 2000, José Ángel de Jesús Encinas, incidió en la idea de que «no son iguales los verdugos que las víctimas, pues hay unos que son unos asesinos y que deben de cumplir con las penas que le imponga la justicia».
«Hay otros que serán siempre nuestros héroes, los que han ganado esta guerra, lamentablemente no están con nosotros, pero si que su familiares y sus amigos, tienen que tener la convicción de que todos, no sólo el Gobierno, si no toda la sociedad, estamos con ellos porque son un ejemplo, y es el mejor ejemplo que hemos tenido en la historia de nuestra democracia», dijo Labrador, que visitó el cuartel de Hinojosa de San Vicente donde rindió homenaje al guardia civil asesinado. depositando en el monolito en su honor una corona de laurel.
«Queríamos, con sus padres, rendirle un homenaje a él y en él a todas las personas víctimas del terrorismo y en especial a los que han caído en cumplimiento de su deber, a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas, que sencillamente han dado su vida por defender nuestros derechos y nuestras libertades», ha manifestado.
Labrador dijo que «ahora hay otra situación, no porque ETA se haya convencido de la verdad de la democracia, o haya cambiado sus valores éticos o morales, y haya comprendido que no puede admitirse ningún tipo de violencia entre seres humanos. Lo ha hecho sencillamente, por la fuerza del Estado de Derecho, y sobre todo por la fuerza y convicción que nos ha dado siempre las víctimas, como José Ángel, que han sido las que nos han marcado el camino y la referencia».
La Delegación del Gobierno recordó en nota de prensa que José Ángel de Jesús Encinas, natural de Talavera de la Reina, fue asesinado por ETA el 20 de agosto del 2000 en la localidad de Sallent de Gállego (Huesca).
Llevaba tres meses en la localidad, anteriormente estuvo dos años destinado en Hinojosa de San Vicente, localidad que le nombró hijo adoptivo pocas semanas después de su asesinato.
Durante el acto estuvo acompañado por el general de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, Alfredo González, el alcalde de Hinojosa de San Vicente, Jorge Juan Muñoz, los padres del Guardia Civil asesinado por ETA, José Ángel de Jesús Encinas, y el subdelegado del Gobierno en Toledo, José Julián Gregorio.