El PP dice que Page se gasta la partida de la Alcaldía «y Toledo sigue sin Presupuestos»
La portavoz del Grupo Municipal Popular, Claudia Alonso, advirtió ayer del incremento de las facturas del gabinete de Alcaldía que preside Emiliano García-Page en el último mes y medio, facturas, según aseguró, recogidas en el extracto de decretos de Alcaldía que son remitidos a los grupos municipales.
La portavoz popular explicó que el alcalde de Toledo está realizando gastos que «antes nunca se habían producido desde su gabinete de Alcaldía». En concreto, Alonso indicó que en los meses de noviembre y diciembre el alcalde de Toledo ha firmado 16 facturas sólo de su gabinete, que van desde bebidas protocolarias, gestiones de dominios, gastos por un spot de Navidad, mesas de sonido, comidas con medios de comunicación, asociaciones de vecinos y empresarios, abonos de vestuarios de conductores, campañas institucionales del Ayuntamiento en los medios de comunicación, servicios en cafetería o banner publicitarios, entre otras cosas.
«Facturas llamativas»
Claudia Alonso apuntó que «García-Page, sin presupuesto, ya se está gastando la partida completa que tenía asignado el gabinete de Alcaldía con facturas llamativas como son las campañas de publicidad contratadas en medios de comunicación que no son de Toledo, y en el caso que fueran de promoción turística tendrían que haber sido pagadas por el Patronato Municipal de Turismo».
La portavoz del PP anunció que el Grupo Popular ya ha pedido el desglose completo de estas facturas y afirmó que «de nuevo queda demostrado cuál es la forma de actuar del PSOE de García-Page cuando llegan elecciones y saben que van a abandonar una administración pública y saben que ya no van a ganar las elecciones». «No les importa dejar arruinadas y sin partidas las administraciones que dirigen», sentenció.
«No nos queremos ni imaginar qué estará haciendo García-Page con las partidas de otras concejalías que aún no tiene aprobadas», dijo Alonso, quien añadió que «esta es una forma muy irresponsable de gestionar del alcalde de Toledo sin tener presupuesto y supeditándolo a los pactos ocultos de despachos entre las formaciones de izquierdas, dejando agotadas las partidas pr’esupuestarias».
El portavoz del equipo de Gobierno municipal, Rafael Perezagua, quiso responder a las críticas de la portavoz de la oposición municipal y subrayó que «El PP quiere ver fantasmas donde no los hay», mientras que tachó de «ridículas» las palabras de la portavoz.
Así, explicó que una de las facturas de las que habla el PP corresponde a los 140 euros que se gastaron para renovar el equipo de megafonía que se utiliza para las bodas civiles en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo, donde también se celebran los actos más importantes de la ciudad.
En cuanto al vestuario de los chóferes, el portavoz del equipo de Gobierno señaló que esos gastos están establecidos en convenio laboral porque «es un derecho que tienen todos los conductores del Ayuntamiento, su vestuario, y cada unidad municipal paga el suyo». En este sentido, dijo que ahora «se gasta bastante menos en este apartado que durante los gobiernos del PP, que gastaban como para comparar 16 uniformes en lugar de dos».
«Ver fantasmas»
Con respecto a la crítica del PP de escasa transparenciaa la hora de informar a la oposición y a la ciudadanía en general sobre estos gastos, Perezagua dijo que «ha sido hoy cuando han pedido esos datos, no pueden criticar que no tengan unos datos que no habían pedido», señaló.
En su opinión, la oposición «ha ido a buscar datos ridículos porque la política del Ayuntamiento es muy austera y nunca se producen gastos de cantidades desorbitadas». Por ello, «es el PP quien debe explicar por qué hacen esto tan miserable como es buscar fantasmas donde no los hay».
Finalmente, aseguró que todos esos gastos enumerados por el PP «son necesarios y están justificados», e invitó a la oposición a que compruebe los gastos que se producían en la Alcaldía de Toledo entre los años 2003 y 2007, «periodo en que se regalaban a tutiplén anguilas de mazapán y en el que tuvimos que acabar con una comida que se organizaba con motivo del Corpus y que costaba alrededor de un millón de las antiguas pesetas».