ABC encuentra a los pintores de alcantarillas«No somos grafiteros; solo hacemos otro tipo de arte»
Se desveló el misterio. Tres menores de Toledo son los autores de los dibujos por los que todos preguntan en el Casco
Un día, no hace muchos, en el Casco histórico de Toledo aparecieron adornadas con bellos dibujos multicolores las alcantarillas de las principales calles, también las bocas de riego que sustituyeron a esas otras antiguas con relieve que los turistas se llevaron de la ciudad como un suvenir más. El trazado de los dibujos admira a la mayoría, y muchos vecinos han aplaudido en las redes sociales este nuevo fenómeno que no es exactamente grafiti, aunque utilice elementos urbanos como soporte.
Según pasaban las semanas, subía le expectación ante este nuevo misterio que ha insuflado un soplo de aire fresco a la vida de la ciudad, el tedio diario, el frío y la consabida actualidad política. ¿Quién o quiénes son los autores de los dibujos de las alcantarillas? Pero hasta que la noticia no salió en ABC-Toledo el pasado jueves, 15 de enero, y luego fue «rebotada» por la televisión regional, «la cosa no explotó». No lo dice el anónimo autor de los dibujos, porque no son uno, sino tres. Y ABC los ha encontrado.
Tienen miedo a ser multados, o fichados por la policía como grafiteros, —«no lo somos, aseguran, solo hacemos otro tipo de arte»—; por eso no dan la cara, o al menos, de momento, no la dan entera, porque para las fotos se suben la braga que llevan al cuello para dejar solo libres sus ojos, tiernos y chispeantes ojos adolescentes que admiran la belleza de la vida y la ciudad en la que viven, y en la que nacieron hace pocos años.
Los artistas de las alcantarillas son tres menores, estudiantes; dos de ellos de 2º de Bachillerato y, otro, de 4º de la ESO. David y Fernando, ambos de 17 años; y Daniel, de 15, están a la vez ilusionados por la expectación ante esta «expresión urbana» que ha animado los ojos de los viandantes que caminan mirando al suelo en una ciudad Patrimonio de la Humanidad donde hacer grafitis, por supuesto, está más que prohibido, aunque lo que ellos hacen no sea exactamente eso. El viernes, cuando termina la semana lectiva, ya pueden liberar el deseo contenido en sus pupitres del colegio Infantes, las Carmelitas y el instituto Sefarad, de pintar en la calle, pasión de la que solo unos pocos colegas están al tanto.
Todo comenzó sobre el 30 de diciembre pasado, cuando los tres decidieron subir al Casco (uno vive en Santa
Teresa, otro el Polígono, y el tercero en un pueblo cercano) «armados» con sus rotuladores de colores y sus pasamontañas estampados, y comenzaron a plasmar sobre el frío hierro de las alcantarillas la calentura artística que llevan dentro y que ejecutan, de forma certera, cada uno a su estilo. La frase «Ojos Voladores» impresa en algunos de los dibujos hizo pensar en que así se llamaba el artista anónimo, pero en realidad «así solo firma uno», explica Fernando, desvelando otra de las incógnitas.
Los tres son amigos desde el pasado verano, cuando les presentaron otros «colegas de este mundillo», dicen. La idea de pintar las alcantarillas fue de Daniel, que, junto a Fernando, son autores de las mascotas o monigotes, como ellos llaman a los ojos con alas, los diablillos, las letras o los más variados iconos que pintan. El más clásico, diríamos, es David, que ejecuta los dibujos figurativos o el «skyline» de Toledo, sobre el que sobrevuelan los diablillos de Daniel y los ojos de Fernando formando composiciones diversas y hasta sopas de letras aprovechando el trazado de los pequeños cuadrados de las alcantarillas y bocas de riego.
Ellos dicen ser conscientes de que el Casco Histórico de Toledo, uno de los más bellos y grandes del mundo, está especialmente protegido por todo tipo de leyes, pero añaden que «en el suelo no tiene casi impacto, no es lo mismo que pintar en las paredes de un monumento; no molestamos a nadie y los dibujos son son eternos: en un mes pueden desaparecer todos con las pisadas, la lluvia...somos de Toledo, no tenemos intención de dañar el Casco histórico»
Soporte ideal
¿Y cuál es su auténtica intención, qué persiguen estos tres jóvenes con lo que hacen?. Responde Fernando: «Tal vez la intención sea dotar del mismo valor estético que tienen las paredes, los monumentos del Casco, al suelo». Y David, que domina el dibujo y el color pese a ser daltónico, dice: «las alcantarillas vienen muy bien para dibujar, es un soporte donde puedes hacer algo más elaborado o con mensaje; yo me he tirado desde los 12 años dibujando Toledo para aprender a pintar, lo dejé a los 15 años, y he vuelto a pintar la ciudad con esto de las alcantarillas». Para Daniel, que aún no ha llevado a sus padres a ver su arte urbano, como sí han hecho sus dos amigos, señala que «cuando se las enseñé en fotos y luego en el periódico, les pareció bonito, aunque me dijeron que siempre habrá gente a quien no le guste; pero yo no puedo limitarme por eso».
A los padres de Fernando no les extrañó cuando les dijo que «últimamente me estoy dedicando a dibujar alcantarillas», pero «me avisaron de que podría no gustarle a alguien, nos llamaran la atención o nos sancionaran de alguna manera». Su madre le dijo a David que «como llegue una multa, malo, pero le gustaron mucho cuando la llevé un día a verlas».